BLACK SABBATH – HEAVEN AND HELL (1980)
Renovarse o morir: una frase tan verdadera y gastada. Después de dos álbumes con resultados irregulares, Technical Ecstacy [1976] y Never Say Die! [1978] no eran pocas las opiniones que consideraban a Black Sabbath daba sus últimas exhalaciones sobre la lona. El mainstream musical había cambiado considerablemente, dándole exceso de luces al ajetreo Disco, adicional de absorber las ramificaciones del Post Punk. El heavy metal comenzaba a embarnecer a través de nuevos aires, cosa que Sabbath aprovecharía singularmente para demostrar que no estaban pasados de moda ni moribundos. Si bien desplazaron a Ozzy Osbourne (para bien o para mal), el resto de los integrantes inició un proceso de corrección y transformación que se volvería constante en años posteriores. Tony Iommi consumó su título como dirigente absoluto de la agrupación, cosa que no fue del todo bien vista por Geezer Butler , quien dimitió al poco tiempo. Con Bill Ward aun en la batería, contrataron a Geoff Nicholls