ULTRAVOX – VIENNA (1980)

 



Ultravox es una de esas agrupaciones que no son fáciles de ignorar, una vez que expones tus oídos a la experiencia de su música. Después de la salida de su vocalista original, John Foxx, la agrupación integró al guitarrista y cantante Midge Ure, dotando a su sonido de una nueva ramificación sonora mucho más enfocada.

Aparecidos entre la camada convulsa de bandas con insignia post punk, Ultravox paulatinamente se instaló en el uso continuo de sintetizadores, reduciendo considerablemente el impacto de la guitarra eléctrica y enalteciendo el uso de teclados. Mientras su segundo álbum, Ha! Ha! Ha! (1977) resultó un esfuerzo regular, compartiendo el espíritu combativo de las alegorías escalofriantes de PIL y Magazine, añadiendo ciertos toques melódicos que incorporarían posteriormente Psychedelic Furs en su paleta sonora. Su tercer esfuerzo Systems of Romance (1978) es más consistente, alineando la guitarra con los teclados, dirigiendo su esencia hacia la moda new wave y reminiscencias de Gary Numan.

Vienna celebra cuarenta años de su calidad sofisticada e implacable. Editado el 11 de julio de 1980, la placa perfila su sonido hacia un aspecto electrónico, elegante, vigoroso y con brío, gracias a esa mezcla exacta entre instrumentación acústica y sus olas de sintetizadores. Por supuesto, no podemos olvidar el contexto: prácticamente significó la inauguración de una galería de bandas asociadas al new wave y el synth-pop; dando paso a la melosidad del New Romantic.

Sujetos elegantes

Estilísticamente, se conserva su intencionalidad de art rock, sin embargo, la irrupción sintética espacial atasca sus melodías con nuevos ritmos enjundiosos. Asimismo, la imagen de los integrantes cambió, de ser participes de una influencia glam próxima a mediados de los setenta, a una sofisticación casi burguesa y cosmopolita, fue de igual forma un intercambio de actitud que intervino la intencionalidad en las letras.

Preparados, listo para una nueva década

El álbum fue producido entre la banda y el siempre entrañable Conny Plank, quien logra imprimir cierto aspecto de la tradición práctica del Krautrock. En este sentido, Astradyne abre apabullante con su sonido futurista de grandes y luminosos teclados, concordia percusiva efectista y bajeo marcado.

Astradyne

New Europeans arranca mediante los rasgueos cautos de una guitarra furiosa que se conjuga contundentemente con la sección rítmica, honda y poderosa, los sintetizadores se desenvuelven gigantescos permitiendo apreciar los movimientos de un piano desenfrenado.  La voz de Midge Ure hace gala de su dramatismo, pronunciando una fábula futurista sobre los habitantes de una ciudad, alta en innovaciones tecnológicas, pero decadente desde sus raíces. 

New Europeans


Private Lives comienza engañosamente sensible a través de un piano con efecto de eco, para decantarse a una poderosa pieza de sintetizadores fatuos, guitarras atronadoras y una sección rítmica precisa como reloj suizo. En su letra se narra, una suerte de desventuras para afianzar esa privacidad que tanto anhelan ciertas personas con respecto a su estilo de vida. Passing Strangers fue el segundo sencillo del plato, contiene un dramático sonido robótico con desemejantes efectos que auspician y mantienen las líneas melódicas en los teclados, grandes, diáfanos; culminando con desplantes enérgicos en la sección rítmicos. 

Passing Strangers

Sleepwalk es una pieza electrónica y pegajosa, la línea melódica es instaurada por los sintetizadores creando una sensación gélida, mientras la voz, en cambio, dota calidez y proximidad. La batería se apoya en una programación procaz, embarneciendo la de por sí, muralla de sonido.

Sleepwalk en vivo

En Mr. X los teclados recrean una atmósfera de misterio y arrojo, la visión penumbrosa sobre el futuro y sus texturas heladas, aquí todo arranca a partir de los sintetizadores, donde el baterista Warren Cann se encarga de brindar la narración monótona, como una especie de grabación automática pronunciada por un sujeto anónimo, clamando conceptos que presagiarían la llegada películas distópicas como Blade Runner  o TerminatorWestern Promise fluye portentosa, soltándose en un caudal de sintetizadores que se vierten sobre el paso marcial de la batería, creando un destello magnánimo de efectos encapsulados. Vienna es una pieza orquestal y cristalina, su pared de sintetizadores la vuelve una experiencia épica y elegante: el día despejado, radiante, de ensoñación que lentamente fenece en su propia suerte utópica. El bajo sintetizado hace un estupendo trabajo, incluye un solo de violín y piano que acrecienta su efecto de equinoccio otoñal; además de la grandilocuente vocalización de Ure.  

Vienna

All StoodStill cierra con todo filo y lujo. Por momentos, los sintetizadores viran hacia sonidos saltarines que recuerdan las locuras de Devo tras la consola, los coros mecánicos, son una reminiscencia vivaz de Mark Mothersbaugh. Sin embargo, lejos de conmemorar tal esencia divertida, la pieza es enérgica con su galopante batería y bajo, siendo el solo de guitarra un elemento notable.

All Stood Still


Con una reciente reedición por parte del maestro Steven Wilson, con nuevos mixes y mucho material extra, Vienna es un clásico que se ha mantenido entero con el paso del tiempo. Siendo ejemplo perfecto de una producción intachable, la fotografía en portada fue tomada por la leyenda viviente Anton Corbijn, mientras que el diseño, fue realizado por otro legendario personaje, Peter Saville.

No se requiere mucho esfuerzo para disfrutar de esta gran pieza de arte, clásico irrefutable y muestra palpable de irrupción musical en géneros dispares, como el pop sintético y el rock artístico en su máxima expresión.


Tracklist:

1.- Astrayde

2.- New Europeans 

3.- Private Lives

4.- Passing Strangers

5.- Sleepwalk

6.- Mr. X

7.- Western Promise

8.- Vienna

9.- All Stood Still

Álbum completo en YouTube y Spotify 🚅

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