EVERYTHING BUT THE GIRL – AMPLIFIED HEART (1994)
Existen conjuntos con una trayectoria longeva que se han mantenido con un perfil discreto, lo cual les generó un estatus de culto en primera instancia, y podríamos mencionar además, a la creciente base de fans que continuamente les descubren, permitiendo que su trabajo se mantenga vivo sobrepasando el impacto del tiempo. El ejemplo perfecto de esto último, se viste con la maravillosa personalidad camaleonica de Everything But The Girl , dúo conformado por Tracey Thorn y Ben Watt . Que si bien, arrancaron su fructifera carrera musical diez años antes con el acogedor y jazzístico Eden (1984), el entusiasmo en su manera de componer no los dejaría estancados en un solo género o tendencia. Thorn y Watt: brillantes perpretadores de la lustre y viva sustancia pop Gracias a la gran sinergia entre los dos participantes (quienes comparten una relación afectiva, dicho sea de paso), su carrera musical ascendió en el aspecto artístico posicionándolos como auténticos diamantes, en círculos select