THE FLAMING LIPS – AMERICAN HEAD (2020)

 



El año 2020 resultó un punto de inflexión significativo en la historia de la humanidad. Iniciando con el periodo de aislamiento que suscitó la contingencia por coronavirus, y el montón de preguntas que no vieron respuesta; adicional del amargo presentimiento que ejemplifica los ríspidos años por venir. Sin embargo, hubo momentos notables de luz en los que pudimos distraernos del estado de histeria que absorbía con fragor nuestras mentes.

Debido a la ausencia masiva, la industria musical viró hacia el resguardo del streaming, apostando por las plataformas digitales para difundir los nuevos lanzamientos en lo que se reanudaba la distribución normal de cada formato físico. Sin embargo, existen personajes lo suficientemente valientes, y locos, que difieren con lo que hace la generalidad, y hacia finales de ese año, los Flaming Lips organizaron uno que otro concierto donde ellos como el público presente, se apersonaron en grandes esferas de plástico individuales con la intención de “salvaguardar la distancia” y divertirse un rato.


A sazón de lo anterior, celebraban la publicación de su dieciseisavo álbum de estudio, American Head puesto a la venta el 11 de septiembre, cumpliendo con una cuota más de su contrato con Warner Bros., con los términos económicos que les competen solamente a ellos.

En esta ocasión, la agrupación comandada por Wayne Coyne y Steven Drozd logró un compilado cuya consistencia radica en su capacidad de contar una historia. En declaraciones de Coyne, las canciones del álbum son un tributo explicito y sórdido de la América en la cual creció durante los setenta. De narrativa honesta y franca, las letras son un viaje al pasado, dejando de lado las experiencias aleatorias de fantasía y psicodelia indescriptible, aquí los escenarios son suburbios invadidos por un extenso crepúsculo de desenfreno y melancolía, siendo este último elemento, una constante de sus últimas producciones, las cuales, es difícil decirlo, no lograban el amarre emocional que aquí nos presentan, dejándolas en un sitio burdo que se prestaba al aburrimiento.



American Head es un intento de retribuir a los fantasmas del pasado, un momento de solemnidad necesaria, exponiendo a las mentes de este mundo moderno, que la arrogancia de la juventud no siempre identifica sus propios límites. La retrospectiva que acompaña este serial de sensaciones descorazonadas, es una vuelta musical de características colosales al sinfonismo distorsionado de The Soft Bulletin a finales de los noventa, tomando la afortunada psicodelia guitarrística de los Beatles, las baladas a piano de Neil Young y los himnos espaciales de David Bowie: Sí, los quiméricos años setenta a flor de piel.

El arranque de esta historia iniciática de perdida de la inocencia, sucede con Will You Return/When You Come Down de inspiración progresiva y atmósferas fantasmales, extrae una reflexión intima de la muerte y la soledad en su textura helada de sintetizador y vocalizaciones sensoriales que describen un consciencia solitaria y destrozada.

Regresarás cuando desciendas...

Watching the LightbugsGlow es una tenue pieza instrumental que trae consigo la bella colaboración de Kacey Musgraves, cyua voz flota sobre una cama de sintetizador con efectos lumínico-espaciales. Flowers of Neptune 6 retoma una facción serena emergiendo con guitarras acústicas y el avance rítmico soleado de un conjunto de trompeta, tímpanos, sintetizador, campanitas que dan cuerpo al oscuro relato de pasmo estupefaciente acerca del hermano de Coyne y sus amigos, devoradores de ácido.

Flores de Neptuno seis

Dinosaurs on the Mountain es un salvoconducto de entrañables imágenes de infancia, donde el eco de la psicodelia emerge desde los sintetizadores, las guitarras, la vocalización colmada de melancólica reminiscencia y un piano eléctrico que desprende frecuencias conmovedoras. 

Dinosaurios en la colina

At the Movieson Quaaludes relata costumbres que parecían tan llanas y faltas de amoralidad, sin embargo, el rostro oculto de la cultura y los encontronazos con las drogas se mantiene como ese peligro seductor que encapsula. La conjunción fosforescente del piano, guitarra y texturas nostálgicas dan un empuje sobrecogedor al relato, marchando con manifiesto desconsuelo.

En el cine en Quaaludes


Mother I´veTaken LSD es una pieza magistral, de cruel narrativa acerca de confesar los efectos tenebrosos de las primeras experiencias con el ácido. Este umbral sin retorno se abastece de escalas intrínsecas y una textural ascendencia que la vuelve un punto épico de orquestal soltura. 

Madre, tomé LSD

Brother Eye es una robótica continuación de narrativa feroz, donde la crisis comienza en esta lucha existencial inevitable. La ominosa epopeya se compone de contexturas electrónicas, resonancias acústicas y gélida psicodelia que recuerda por momentos a The Terror (2013), incrustando melodías tersas que la aligeran para los terrenos de un pop doloroso.

Hermano...


 You n´Me Sellin´Weed se desdobla a través de un sintetizador templado y vocales que descansan sobre la sedosidad de acordes melosos y psicodélicos; esta es la historia trágica de un par de chicos enamorados que trafican con drogas, e incluso cuando la narrativa refiere a cierta crudeza inhóspita, la maestría coral y campestre de los Lips maneja cierta templanza que reconforta. 

Tú y yo vendiendo yerb*


Mother Please Don´t Be Sad es el punto culminante de la enajenante ficción melancólica, acentuando el drama emocional con la genial voz lastimera de Coyne, relatando un fatal asalto y la simbólica despedida que espeta hacia su madre; a través de un andamio sinfónico de contundentes platillos, suaves armonías de cautas atmosferas sintéticas. Dando paso a su secuela directa de jazz psicodélico When We Die When We´re High configurando ese desprendimiento con el mundo terrenal y el centrifugo impulso que recibe el alma a punto de cruzar hacia lo desconocido, aderezando con maravillosos coros de neblinosa repercusión. La poderosa Assassins of Youth genera otro punto cúspide de ficción especulativa, en donde las capas electrónicas y acordes acústicos descienden en una cascada de agraciado pop psicodélico, destilando ambivalente alegría y la exacerbada desilusión por una vida sin mayor merito que la carencia. 

Asesinos de la juventud


God and the Policeman resulta en un lapso de visiones fantasmagóricas que se debaten directo con lo divino, una instancia despojada de lo carnal extra polarizada donde la consciencia ya no existe en el aquí y ahora; sino dentro de una frontera que vislumbra todo al mismo tiempo. Kacey Musgraves retoma la voz a dueto con Wayne, brindándonos una de las mejores interpretaciones, en medio de esta mágica mezcla de campanitas, sintetizadores y serenidad dominada por el arrepentimiento. 

Dios y el policía

Sin embargo, el plato intenta brindar una pequeña luz esperanzadora con My Religion is You donde las guitarras y el bajo hacen una leve aparición, permitiendo manejar directamente al piano, a las cuerdas y la batería consistentemente, los encontronazos de sintetizador que marcan la pauta en la letra, casi una serenata acerca del amor incondicional, cerrando este circulo de adolescencia torturada, ministerios mortales acosadores y aterradoras alucinaciones.

Eres mi religión...


American Head es un relato glorioso que no se anda por las ramas, viniendo de una banda consagrada como The Flaming Lips, no se podía esperar otra cosa que una entrega conmovedora y emocionalmente satisfactoria, demostrando que su talento musical ha trascendido de un ruidismo incierto a esa atmósfera que dota de enternecida sabiduría.


Tracklist

1.- Will You Return/When You Come Down

2.- Watching the Lightbugs Glow

3.- Flowers of Neptune 6

4.- Dinosaurs on the Mountain

5.- At the Movies on Quaaludes

6.- Mother I´ve Taken LSD

7.- Brother Eye

8.- You n´Me Sellin´Weed

9.- Mother Please Don´t Be Sad

10.- When We Die When We´re High

11.- Assassins of Youth

12.- God and the Policeman

13.- My Religion is You


Álbum completo en YouTube y Spotify 👽👾

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