ST. VINCENT – DADDY´S HOME (2021)
Una de las trayectorias que mejor se han desarrollado en los últimos años,
desenvolviendo un serial de paletas sónicas satisfactorias, ha sido
la de Annie Clark, conocida por su epíteto artístico St. Vincent:
Una brillante exploración del pop a través de composiciones vanguardistas que
igual conjugan hard rock, techno, barroquismo, experimentación y pizcas de
shoegaze atmosférico. Podemos distinguir la esencia compositiva de la oriunda
de Dallas, Texas, como inquieta e imaginativa, preocupada por imprimir concepto
y personalidad innovadores a cada una de sus placas: desde los cálidos y
floridos arreglos en Actor (2009)
su segundo álbum, hasta el mutismo mecánico proto futurista de su plato
homónimo de 2014.
Para 2021, Clark regresa renovándose, en esta ocasión, mirando al
pasado, hacia un instante en el tiempo que permanece congelado y casi
desaparecido por una gruesa penumbra que para el ojo común, puede resultar amorfa
y confusa; sin embargo, resulta una especie de puente entre los
sonidos del glam rock y soul previos a la “fiebre” disco. Daddy´s Home,
sexto trabajo discográfico de la brillante compositora, es en sus propias
afirmaciones, la conspicua observación de un contexto despreocupado por su
propio estado de decadencia, baches morales y el espíritu moribundo de la
utopía hippy. Todo lo anterior, hermanado con una cuestión familiar que atañe
directamente a Clark: su padre permaneció en prisión durante diez años.
Para cuando fue liberado, el concepto estaba hecho, fusionar distintas modalidades
musicales de una colección discográfica que trae consigo un aire de auténtica
nostalgia, porque hay que tener muy en claro, la placa es antes que nada
un tributo a la música de los setenta y a la figura paterna que vuelve a casa como si se
tratara del hijo pródigo. La perspectiva permanece bajo un reflector de luz
afectada, intercambiando control y
autoestima por extraña hosquedad, además de esta alusión a los roles de género,
que si bien se explora, conforma una parte del mismo maquillaje deslucido.
Esculpiendo una producción de baja fidelidad en apariencia, la mesa de
controles estuvo a cargo de Jack Antonoff, quien ha trabajado con otras féminas
del pop de calidad como Lorde, Taylor Swift y Lana Del Rey. Permutando
el dominio de la guitarra distorsionada por capas y efectos de sintetizador, el
sonido del nuevo álbum referencia las tesituras vocales de la mismísima Nina
Simone, al tanto que homenajea las agrupaciones que Clark escuchaba de
niña: Pink Floyd, Steely Dan, Sly & the Family Stone y
Funkadelic.
El álbum, editado el 14 de mayo, apertura su desliz hacia el pasado con Pay Your Way In Pain una sugerente cabalgata funky que homenajea Fame de David Bowie, en tanto sumerge su trabajo vocal en una experiencia catártica y desgarradora de guitarras diligentes.
Down And Out Downtown intercala texturas y riffs con ritmos acompasados enervando una esencia plácida, en cuya letra se decantan imágenes alusivas a la Nueva York de los setenta, una especie de viaje ensoñado y elegante, donde Clark ensalza un canto seductor y dolido confiriendo vida a su anécdota ficcional.
La homónima Daddy´s Home juguetea con texturas de diferentes teclados y rítmica sosegada de groove enajenante, posicionando por delante los despliegues vocales y una cariñosa irrupción guitarrística; explorando en su letra, algunas áreas grises de la moralidad.
Live In The Dream despega desde un punto sereno, elevándose pacientemente en un dispositivo que amalgama rock progresivo textural (Pink Floyd/King Crimson) con arreglos de un elegante pop melódico. La letra contrae su impulso dadaísta en favor de una introspección tan conspicua como somnífera.
The Melting Of The Sun resulta otro homenaje redondo, desde su estilo soul de rock clásico (con solo barroco de guitarra incluido), texturas animadas y cálidos coros, su letra exalta con preciosismo el hacer artístico femenino.
The Laughing Man es una balada de punteos melódicos y letra que enarbola potentes imágenes. El arreglo rítmico amarra cierta exuberancia entre las texturas crepusculares en sus teclados y guitarras. Down eleva a protagonistas los teclados en un juego intercalado de melodías con la voz de Annie. La pieza rescata el espíritu funk psicodélico endulzándolo con texturas pop más contemporáneas sin perder pizca de su aire clásico; manteniendo muy de cerca el estilo característico de la cantautora.
La acústica Somebody Like Me destila una tristeza muy en cinta de Joni Mitchell, enarbolando sensaciones de miedo, ternura y melodías amenas. My Baby Wants A Baby emplea un cercano homenaje a 9 To 5 (Morning Train) interpretada por Sheena Easton. Entre un sonido compulsivo y radiante, el tema se desviste de tapujos entretejiendo las texturas que hemos escuchado en las demás canciones lanzando por delante sus coros golpel.
…At The Holyday Party vuelve al refugio acústico con una base rítmica serena, avanzando a partir de su vocalización tierna y capas de teclados, bajo y trompetas. Candy Darling funciona como una espesa coda al estilo de Lou Reed, homenajeando al desaparecido actor travesti (e inspiración visual de la producción y del propio guardarropa de Clark).
Una escucha consciente a Daddy´s Home resulta un viaje tutelado hacia una etapa musical de excelencia: un recorrido histórico valioso y soslayado, sin embargo, conlleva de igual forma a mentalizarse en cierto estado de ánimo, puesto las melodías pueden resultar repetitivas y volverse una experiencia monótona por su cadencia calma. Fuera de eso, este es un álbum redondo de exploración auténtica.
Tracklist:
1.- Pay Your Way in Pain
2.- Down And Out Downtown
3.- Daddy´s Home
4.- Live In The Dream
5.- The Melting Of The Sun
6.- The Laughing Man
7.- Down
8.- Somebody Like Me
9.- My Baby Wants A Baby
11.- Candy Darling
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