LOU REED – TRANSFORMER (1972)

 




La década de los sesenta fue el parteaguas favorito de los cambios premeditados. La debida evolución de la idiosincracia social se dio tan abruptamente como los diversos tumultos culturales que definieron a las generaciones siguientes. El eterno secreto a voces de los quehaceres de una diversidad acallada, esperaba febrilmente destaparse hacia la luz del ojo público, revelando los más tórridos y profanos deseos de la consciencia humana.

Si bien, el arte siempre ha resultado un perfecto salvoconducto, los artistas son el vehículo de la erupción catártica, física o espiritual. Para Lewis Allen Reed la escritura y posteriormente, la música, fueron los salvavidas idóneos que aclararían la esencia en la que se convirtió: precursor de géneros tan variopintos como el noisepunk y una cantidad impresionante de proyectos que nacerían a partir de sus trabajos con The Velvet Underground. Sin embargo, fue su acometida solista el detonante para asentar un nuevo manifiesto de vida, el cual, tiene todo su modo y alma en Transformer.

El (segundo) nacimiento de una estrella


Lanzado originalmente el 8 de noviembre de 1972, el segundo álbum de Lou Reed fue un éxito casi inmediato, no sólo por la significacia de sus cualidades eurítmicas, sino por cada uno de los elementos involucrados en su creación, siendo el más importante, un hombre: David Bowie.

Ya fuera de The Velvet Underground, Lou intentó llevar una vida "normal", trabajando en la empresa de contaduría de su padre, a la par que continuaba componiendo y puliendo material que consideraba no del todo acabado y que a la posterioridad, surgiría en sus siguientes esfuerzos discográficos. Convencido que lo suyo era la música, logró grabar y lanzar su debut solista a principios del 72, y a pesar de la producción esmerada y canciones equilibradas, el álbum fue un fracaso deslucido. Bowie, quien era ferviente admirador de Reed y VU, logró convencer a su disquera, RCA Records, de firmar a su ídolo, encargándose él mismo de la producción de su siguiente opus, lo cual le brindó a Lou la suficiente holgura para escribir acerca de sus intereses más subversivos, los cuales ya se vislumbraban en algunos sectores de la sociedad, sobre todo en el público joven que ansiaba una voz con la cual expresar sus inquietudes sexuales e ideológicas.     

Bowie gozaba de un punto álgido gracias a su alter ego Ziggy Stardust



Con un sonido instalado ya en el glam rock, y cierta reminiscencia de su pasado inmediato de distorsión, Transformer es una obra maestra que sabe a cachetada con mano mojada, el mordaz homenaje a un inframundo, cuyo baile catártico se conforma de inusitadas tesituras de accesibilidad pop. En cada una de las once canciones que lo conforman, se narran una suerte de historias sobre drogas, prostitución, androginia exaltada y personajes enrarecidos de la Manhattan de principios de los setenta. La placa es un golpe de realidad, un sorbo de miel amarga, difícil de olvidar, además de pieza obligatoria para cualquier colección musical que se respete. 

Durante una gira en Inglaterra previo a la aparición de Transformer


Otro de los elementos fundamentales, sin duda fue Mick Ronson, comparsa de Bowie en Spiders From Mars, quien realizó importantes arreglos de cuerdas para varias de las canciones, adicional de encargarse de la guitarra eléctrica, siendo su distintivo rasgueo chirriante, uno de los adornos identificativos de la obra.

Genio y figura, trovador y revolucionario


El álbum arranca con Vicious de atrevidas y rasposas guitarras, compases saltarines y la descripción generalizada de una podredumbre casi embelesadora, cuya personalidad contrariada literalmente, golpea con una flor. 

Vicioso


 Andy´s Chest es un viaje casi enajenado de adulación, hedonismo y guitarras de paso cauto, contundente marcha percusiva y coros in crecendo que parecen alimentar el ánimo vocal, tan cercano, pasional y rotativo de ronquera armónica. La absoluta cereza se apersona con Perfect Day, cuya belleza es uno de los instantes más idílicos y asombrosos de la música popular, con su piano cadencioso, las cuerdas atmosféricas (cortesía de Ronson) y la interpretación titánica de Lou, en esta cuasi carta de amor hacia el romance más inocente, o por el efecto enervante de la heroína. 

Un día perfecto


Hangin´´Round alebresta con su ímpetu alegre, riffs de vanguardia y referencias confesionales de personalidades dispares vagan a través de escenarios inesperados, creando situaciones complejas y surreales. Walk On The Wild Side es el himno absoluto de los inadaptados, con su esencia de jazz espectral, se enumeran las peculiares andanzas de ciertas celebridades underground neoyorkinas; aquí se aborda la identidad transgénero, la venta sofisticada de drogas duras y el arduo trabajo de alcanzar el éxito a través del arte. 

Camina por el lado peligroso


Make Up exagera la repercusión del Glam, tanto en lo musical y temático, teniendo en mente "brindarle la público lo que le gusta e interesa", con una mezcla cálida de vodevil rebajado y blues sobrio, narrando la vida comvulsa de una drag queen. Satellite of Love es un despliegue melódico de coros extravagantes y vespertinos (cortesía de Bowie), piano empalagoso y una exuberante línea vocal enternecida, a la par de narrar el lanzamiento verídico de un satélite al espacio exterior; sirviéndose como metáfora para los celos más perniciosos. 

Satélite del amor


Wagon Wheel es otra divertida pieza de florituras glam: soleadas percusiones, guitarras audaces y la indumentaria soberbia de Reed en materializar su letra como un acto de libertad, rebeldía e inteligentes pretensiones. New York Telephone Conversation es una divertida y breve pieza de piano jazzístico, que por bien expone la anécdota del despido de Andy Warhol como "productor" y mecenas de The Velvet Underground. En I´m So Free vuelve la fluidez rockera con divergentes guitarras de leve distorsión, rocambolescas melodías y una narrativa frugal acerca de la libertad creativa, el empoderamiento sistemático de la personalidad y el significado estrambótico de vivir por el rock n´roll. Goodnight Ladies cierra con añoranza cuasi poética entre florituras de jazz meditabundo: el telón está a punto de caer, la despedida se ha pronunciado para todos y todas quienes han disfrutado de la convergencia dionisiaca.

Puede que Transformer no resulte tan transgresor como solía ser, ya que varias de sus temáticas han sido asimiladas con el paso del tiempo, sin embargo, su esencia enigmática continúa intacta sobre los peldaños dorados del Olimpo de la música pop.


Tracklist:

1.- Vicious

2.- Andy´s Chest

3.- Perfect Day

4.- Hangin´´Round

5.- Walk On the Wild Side

6.- Make Up

7.- Satellite of Love

8.- Wagon Wheel

9.- New York Telephone Conversation

10.- I´m So Free

11.- Goodnight Ladies


Álbum completo en YouTube y Spotify ❤ 🎹

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