STEVEN WILSON – THE HARMONY CODEX (2023)
Steven Wilson es uno de los músicos y compositores más prolíficos en el rock progresivo. Eso es un hecho irreductible. Su conocimiento técnico no se limita a la articulación de canciones (en cualquier paleta sonora), sino también como productor de fidelidad aural con su trabajo tras la consola, remasterizando y remezclando álbumes de King Crimson, Yes, Jethro Tull, Ultravox, Tears for Fears, Black Sabbath, ABC, por mencionar los pocos, mediante la tecnología más avanzada y presentándolos en excelentes ediciones de lujo.
A través de estas técnicas aventajadas en mente, y su estudio personal perfectamente equipado, ha liberado su más reciente álbum, The Harmony Codex, descrito por él mismo, como "un viaje cinematográfico para los oídos", comprobable en las sesiones de escucha organizadas, con algunos meses de antelación, donde los asistentes tuvieron la oportunidad de escuchar este trabajo con un tratamiento espacial inmersivo.
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¿Qué trae bajo el brazo en este 2023, Mr. Wilson? Si bien sus dos últimos trabajos discográficos resultaron una franca decepción para muchos, por la incursión forzada de amplias melodías pop electrónicas que no cuajaron del todo, este álbum tampoco se despega de esa propuesta, sino la optimiza conforme a su inmensa experiencia, configurando un tributo a las evidentes inspiraciones para este plato: Tangerine Dream, Vangelis, Peter Gabriel, incluso, Enigma (sendas instituciones, por supuesto).
Este Código de la Armonía es un extenso paisaje sonoro donde se conjugan, en perfecta medida, grandes ambientaciones progresivas, pop artesanal, jazz mesurado y electrónica intrincada desde la que destella una portentosa estela de trip hop nostálgico. Para esto, Steven trae de regreso algunos colaboradores de calidad para embarnecer la propuesta estilística: Adam Holzman, Theo Travis, Niko Tsoven, Ninet Tayeb, entre muchos otros; adicional de encargarse él mismo de una vasta cantidad de sintetizadores análogos y performance digital.
El álbum recibe con Inclination, una incursión zigzagueante de sonidos arabescos, el constante intercambio de percusión secuencial y su hermosa atmósfera luminiscente, intervienen de manera cálida con la voz y piano; si bien se toma su tiempo en arrancar, esta es una introducción soberbia que auspicia una cantidad cautivadora de sonidos. What Life Brings es una tersa balada que recuerda a los mejores momentos pastorales de PT o Blackfield, incluso, con un Steven honesto y trovador, destilando una poderosa nostalgia en su letra y coros, acompañándose con una entrañable mezcla de pop acústico y brillantes resonancias sintéticas.
Economies of Scale se nos presenta como una laberíntica construcción de electrónica espectral: compases a medio tiempo y consistencia de trip hop, un reflejo económico à la Thom Yorke de coros sobrepuestos, atmósferas ascendentes y emotivos halos de luminiscencia quebradizos. Así debió sonar The Future Bites.
Impossible Tightrope combina géneros en un complejo in crecendo de acelerados movimientos progresivos, donde incursionan saxofones y teclados de jazz cósmico y ritmos electrónicos envolventes que hilvanan la textura solar que regurgita constantemente, permitiéndose breves espacios de respiro que asientan la atmósfera circular, indiscutiblemente épica.
La poderosa y emocional Rock Bottom es otro de los puntos álgidos del plato, gracias a la indulgente combinación vocal de Ninet Tayeb y Wilson. Su interacción se siente natural y efectiva, cobijada por diversas texturas en claroscuro: punteos resonantes de guitarra, teclados espaciales y una letra desgarradora de perdida que intenta alcanzar leve resignación.
Beautiful Scarecrow libera espaciadamente su influjo hipnótico, con diversas maquinaciones electrónicas que invitan a adentrarse a su misterioso paisaje, explotando en un serial de percusiones hondas y línea de bajo absorberte. The Harmony Codex resulta una experiencia sinestésica de implicaciones sublimes: el progresivo atmosférico de los setenta resurge vibrante, capa tras capa de teclados esféricos, paisajes espaciales de intensa luminiscencia y vibraciones de imaginario astral intercalándose con las fibras sensibles de la materialidad.
Time is Running Out toma influencia de las construcciones progresivas de Peter Gabriel, construyendo cierta alegría de marcha pop mezclada con un piano melancólico, beats divergentes, diáfanos punteos de guitarra y distorsión desmontada; en tanto la letra marca una de tantas críticas al estilo de vida híper conectado. En Actual Brutal Facts encontramos una pared de guitarras góticas y acompasada marcha semi industrial, reminiscencia de Killing Joke con sus atmósferas opresivas, teclados sinuosos y lóbregas texturas laberínticas que expelen una sensación de inconformismo y asco. Staircase es la vivaz conclusión de ascendente influjo emocional, poderosos arreglos progresivos entrelazados y electrónica textural de endurecidos compases, a propósito mencionar, los vibrantes coros que disipan con ambicioso letargo, cada interludio de oscuridad con potentes inyecciones de luz.
The Harmony Codex es uno de los álbumes más interesantes de Steven Wilson, con una calidad de producción superior y personalidad propia, si bien, no tiene el rasgo guitarrero pesado marca registrada, resulta una singular exploración de atmósferas y melodías cuya intención es colocarse de lleno en la consciencia del escucha.
Tracklist:
1.- Inclination
2.- What Life Brings
3.- Economies of Scale
4.- Impossible Tightrope
5.- Rock Bottom
6.- Beautiful Scarecrow
7.- The Harmony Codex
8.- Time is Running Out
9.- Actual Brutal Facts
10.- Staircase
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