DEPECHE MODE – SONGS OF FAITH AND DEVOTION (1993)

 


Depeche Mode impuso una personalidad sonora bien cimentada durante los años ochenta, labrando su ya bien conocida leyenda desde los instantes primerizos de la década con su primer álbum, un amasijo de temas edulcorados por la tecnología sintética de una variedad de teclados que sustituyeron la base normativa de los instrumentos análogos (aunque esta práctica ya era común para ciertas bandas del Kraut Rock alemán).

Sin embargo, la propuesta pronto escaló, gracias a su estupenda calidad y variedad temática, alejándose prontamente de los sonidos y letras bobalicones, mediante aproximaciones cada vez más adultas de temas tabú para la época: una fotografía de resolución empañada del lado oscuro de la consciencia humana. Y la agrupación supo empaquetar todo con pericia, destacando una creciente oscuridad y realismo brutal, para venderlo a unas masas cada vez más deseosas de su música. 

Así, David Gahan, Martin Gore, Andrew Fletcher y Alan Wilder paulatinamente se convirtieron en súper estrellas, conquistando los chats internacionales hasta coronarse en 1987 y 1990, con dos tremendos goles como lo fueron Music For the Masses y Violator; respectivamente. Respaldados por giras exitosas en Norteamérica, Europa y Asia, y un ejercito de adeptos en aumento, los oriundos de Inglaterra comenzaron a gozar de las mieles del éxito desmedido, lo cual, en principio no sólo trajo enormes beneficios a sus vidas privadas y posibilidades en cuanto a los medios para producir nueva música, sino que inició el periodo más cruento y complejo de su trayectoria.

"Catch you..."

En 1991 David Gahan se mudó a Estados Unidos, en donde conoció el género que iniciaba su propio imperio inmisericorde con respecto a los sonidos guangos de la década pasada: el Grunge encabezado por Nirvana y otras agrupaciones de monstruosa personalidad como Jane´s Addiction y Nine Inch Nails; adicional de engancharse fuertemente con drogas como la heroína y más sustancias de estado delirante. 

Para mediados de 1992, todos se reunieron en Madrid para discutir su regreso al estudio y la estética que marcaría su próximo álbum, junto a Flood, quien encabezaría la magia tras la consola. Gahan sorprendió a todos al apersonarse con un aspecto demacrado, con pelo largo, gafas oscuras, tatuajes en ambos brazos y hablando sin parar de nuevos ídolos americanos como Soundgarden y Pearl Jam. Sin embargo, los demás miembros también cruzaban por sus propias crisis: Gore parecía encandilado en la bebida, mientras Fletcher transitaba por una depresión que se vería más enfebrecida por sus pleitos con Wilder

La evolución premeditada de los 90


El primer encuentro de los cuatro no fue lo esperado, su interacción fue más bien fría y apartada, y la organización concreta cayó en manos de Flood, quien los convenció de mudarse a una finca por 8 meses, lo cual funcionó perfectamente para U2 cuando trabajó con ellos en el archi famoso Achtung Baby. 

Lo que parecía el plan ideal, devino en un choque continúo entre perspectiva de cómo debían encausar las grabaciones, muy a pesar que todos los cortes son autoría de Gore, como siempre. Sin embargo, tanto Gahan como Wilder querían incluir elementos más orgánicos, apegados al rock con su ataque abnegado de guitarras, en tanto Fletcher y el mismo Gore se oponían. Poniendo a prueba su paciencia durante aquellos tortuosos momentos, el productor logró conjuntar tanto las nuevas propuestas al estilo característico de la banda, otorgando a su típica propuesta sintética, una amplia batería orgánica y ásperos acordes de guitarra. Este ánimo confabuló en una auténtica mutación, los instrumentos fueron grabados en vivo, para ser procesados posteriormente a través de distintos sintetizadores y secuenciadores que matizaron el color final de las amalgamas. 

un acto de Fe

Canciones de Fe y Devoción se lanzó el 22 de marzo de 1993, marcando un nuevo "antes y después" para la banda. A pesar de los episodios de convivencia tan insípidos y el estrés tan agobiante que mordía el cuello de cada miembro, su éxito se agudizó, no sólo en forma de estupendos dividendos, sino marcando un triunfo artístico de proporciones simbólicas y emocionales (estas casi los destruyeron).

La placa arranca con I Feel You y su atronador rasgueo de retroalimentación, dejando paso a una rítmica vehemente a la cual se unen apabullantes coros que supuran ansiedad y lujuria, además de las pesadas texturas de sintetizador, infranqueables como gruesos muros.


Walking in My Shoes destila un sentimiento industrial semidescremado que no escatima en alimentar un poderoso enigma ensombrecido, gracias a su machacante batería, pianos invertidos, riffs reverberantes y claro, el trabajo vocal de efectos eclesiásticos y cualidades sísmicas.

Camina en mis zapatos


Condemnation marca el mejor desempeño vocal de Dave Gahan en toda la historia de DM: una erupción dramática de culpa y arrepentimiento sosegado por la codicia carnal, acompañado por un inagotable órgano atmosférico y coros que no escatiman en exhibir sensibilidades rotas. 

Condenación en vivo en París

Mercy in You escala su propio risco de filosos bordes, matizado a través de los deslices de una circunspecta guitarra, baterías procesadas, teclados de luminiscencia opaca y un carácter crudo que enmarca la emotividad épica, siempre proclive al desamparo. En Judas sobresalen reminiscencia de gaitas cálidas y diversas atmósferas taciturnas, Gore toma el mando tras el micrófono, logrando momentos tan íntimos como apasionados, un corte relajado que invita a una enrarecida reflexión entre el amor y la traición. La esplendorosa In Your Room recoge un serial de ánimos incandescentes, desde las místicas vocales de enorme repercusión, los teclados conclusivos de atmósferas gigantes y el misterio influjo de las percusiones, el ambiente en claroscuro que se provoca es una invitación poéticamente desbocada y carnal.

En tu cuarto... en vivo

Get Right with Me es un corte sereno de coros eclesiásticos a tope, pianos luminiscentes y texturas vibrantes de enérgica emocionalidad. Rush emulsiona el engranaje de la banda junto a una ola de programaciones agresivas y texturas sofocantes, venidas de ciertas influencias industriales que mantienen muy en lo alto los sintetizadores, además del estupendo arreglo vocal, amenazante y cautivantemente lóbrego. En Last Caress, Gore retoma la voz principal en esta balada de oscuridades orquestales, maravilloso fervor sentimental y cierto romanticismo ponderado hacia la sinceridad, invitando, por supuesto, a sumergirse de lleno al aspecto más peligroso de la psique.

La última caricia

Higher Love es un cierre titánico, concebido en la divergencia de múltiples sintetizadores, empalmes atmosféricos y el terso derroche de la voz principal cobijada por coros refulgentes, pronunciando la divinidad en el acto máximo de la pasión descarnada; muestra palpable del poder hecatómbico del rito dionisíaco.  

Un amor superior en vivo


Songs of Faith and Devotion es el último álbum clásico de Depeche Mode, la conclusión soberbia de una etapa y cuatro vidas que se despojaron de toda inocencia para experimentar el encanto de la musa, en un debraye de inspiración y sufrimiento que les logró un puesto privilegiado en la cultura popular. 

Tracklist:

1.- I Feel You

2.- Walking in My Shoes

3.- Condemnation

4.- Mercy In You

5.- Judas

6.- In Your Room

7.- Get Right with Me

8.- Rush

9.- Last Caress

10.- Higher Love

Álbum completo en YouTube y Spotify 🎹❤

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