IGGY AND THE STOOGES – RAW POWER (1973)

 



Desde su aparición a mediados de los años cincuenta, el Rock n´Roll ha significado peligro, la ejemplificación de jugar con fuego y divertirse hasta la médula, apostando el todo por el todo para salir ileso de la experiencia, ya sea como músico, productor, rodie, fanático o groupie.

Esta esencia fundamentada en decenas de decibelios arrebatadores y actitud que raya con lo nihilista, adquirió un enfoque más inmisericorde al afianzar su personalidad durante los sesenta, cuando incluso, los medios tecnológicos disponibles fueron cada vez más y mejores. Sin embargo, a pesar de la pulcritud de los álbumes ya clásicos y las diversas mezclas experimentales con las que se nutrieron las bandas de rock, los sonidos rasposos originales, procedentes de garages y sótanos polvosos, aullaban con increíble presencia mostrando una resistencia mordaz a abandonar el primitivo impulso de renegar por todo. 

De ese porte que no se sometía tan fácil, nacieron los Stooges, oriundos de Detroit, manteniendo su propuesta en lo básico, con un sonido áspero y silbante, sacando de una guarida ausente de luz, con el único propósito de martirizar los oídos de propios y extraños. La banda integrada por los hermanos Asheton, Ron en la guitarra y Scott en la batería, Dave Alexander en el bajo y James Osterberg Jr., mejor conocido como el implacable Iggy Pop, en la voz; grabaron dos de los clásicos más entrañables y viscerales de todos los tiempos: el homónimo Stooges (1969) y Fun House (1970), injustamente ignorados por el gran público y la prensa más especializada, sin embargo, son materiales contundentes de la esencia salvaje de la condición humana, virando a placer entre lo apolíneo sagaz y lo dionisíaco demencial.

Unos chalados muy peculiares


La ausencia de éxito inmediato codificado en plata sonante y diversas adiciones a cuestas, fueron causa de la primera desintegración de la banda, sin embargo, y gracias a la intervención del mismísimo David Bowie, a quien Iggy conoció en 1972, los Stooges lograron un efectivo segundo aire, no sin antes, cumplir con cierto proceso burocrático: Bowie logró que Columbia firmara a la banda, aunque en ese momento, no la había como tal. Por lo que Iggy sugirió el regreso de los Asheton, quienes fueron transferidos a directamente a Londres, en donde Pop ya se encontraba componiendo nuevo material junto al guitarrista James Williamson; por lo que Ron pasó a encargarse del bajo.

El resultado de esta conjunción atómica, pasó a llamarse Raw Power, editado el 7 de febrero de 1973. 
Si bien mantenía el impulso caótico de los dos primeros trabajos, este tercer opus sobresaturó el groove rítmico, obteniendo momentos más penetrantes y cargados de distorsión, adicional de brindarle un foco más protagónico a la apariencia semi renovada de Pop, un punto medio entre el aborigen nacido de un ritual arcano, un vándalo adolescente que carece de remordimientos y el rockstar glitter de aire pernicioso. 

Una dobladita, mi hermano


La crudeza es el ingrediente principal en este plato de excesos y municiones sonoras que estallan a la menor provocación, la guitarra se volvió, paradójicamente, más tosca y técnica, mientras el bajo no tiene nada que pedirle a las hondos líneas del metal, siendo precisamente este álbum, un precedente directo para el futuro inmediato: tanto el punk como el heavy metal deben sus primeros suspiros a Raw Power, un auténtico ataque de metralla pesada. 

En plena acción


El movimiento telúrico inicia con todo un monumento: Search and Destroy pega directo en la sien, en el hígado, en el pecho, con su amasijo de caótico ruido y alaridos roñosos, fundacional sin duda para un grupo como los Sex Pistols y versionada por otros tantos; mientras el filo en la guitarra y la magnifica interpretación vocal vierten toda su rabia en pos de una devastación general. 

Busca y destruye



Gimme Danger es una de las dos baladas acordadas con la disquera y el despacho que los representaba. Este corte nada tiene de meloso: su letra decanta hacia la drogadicción y ciertas desviaciones sexuales, cuyo encontronazo finaliza de manera violenta. La guitarra acústica, eléctrica y el piano juguetean de forma casi maligna, emulsionando con las vocales chamanicas y suplicantes, algo que Pop mencionó en muchas ocasiones, tomó de Jim Morrison

Dame Peligro



Your Pretty Face Is Going to Hell incrementa los decibeles en una explosión de intenso y contundente rock n´roll con solos punzo cortantes, riffs saturados y galope percusivo en plan de guerra, los berridos frente al micrófono parecen escupir maldiciones en su haber dolorosamente salvaje y profundo. En Penetration surge una combinación seductoramente serpenteante entre un riff de piano y guitarra, la cual trae de nuevo a los Doors a la mente, y sin embargo, es el mismísimo Iggy quien engatusa gracias a su apocalíptica aura de sexo desenfrenado. La casi idiosincrática Raw Power es otra centella que se quema con hervor fulgurante: la constante percusión desorganizada se incorpora al repique gélido de piano puntiagudo y guitarra musculosa. La letra parece emanar de un mantra que reivindica la violencia como una fuerza consagratoria de claridad y equilibrio físico/espiritual.  

El poder crudo



I Need Somebody es la supuesta segunda petición saldada de intención comercial, pero nuevamente, aquí sólo hay una intención arteramente lunática de instrumentación machacante y cíclica, destacando sus golpeteos constantes, guitarra acústica lapidaria, solos furiosos, para conformar una especie de punk melódico destartalado y soporífero. Snake Appeal arremete con una tenue ferocidad que auspicia la futura aparición del virulento new wave, con ese aire garagero y palmas que acompañan los riffs en las cuerdas, sirviéndose como un breve tributo, al rock n´roll primigenio de personalidad desfachatada. 

Necesito a alguien



Death Trip es un resumen explosivo de todo lo que significa el rock para los Stooges: una constante y afilada amenaza de guitarras feroces, rítmicos como pisadas de titán y berridos iracundos de máximo impacto. Si bien es un caos declarado, la esencia del corte lo vuelve un cauce hipnótico que invita a lanzarnos hacia el abismo y no mirar atrás. Así de aterrador como fascinante. 

Viaje de la muerte


Existió una controversia en su momento, acerca de cómo debía escucharse el álbum, ya que la mezcla original de Bowie, más limpia y detallada, acentúa los puntos altos de los instrumentos y la voz, mientras en 1997, y esperando hacerse de algunos dólares extra, Columbia contrató a Iggy para remezclar y remasterizar las cintas, quien únicamente subió el volumen en ciertas partes, volviendo la experiencia de escucha un reto saturado.

Ahora, cincuenta años después del lanzamiento inicial, se ha lanzado nuevamente una edición de aniversario que incluye ambas mezclas, rescatando el trabajo artesanal de Bowie para colocarlo como el sonido definitivo.

Asimismo, este es un trabajo casi enciclopédico de cómo hacer rock enérgico, salvaje y convertirte en referencia obligatoria para la siguiente generación.


Tracklist:

1.- Search and Destroy

2.- Gimme Danger

3.- Your Pretty Face is Going to Hell

4.- Penetration

5.- Raw Power

6.- I Need Somebody

7.- Snake Appeal

8.- Death Trip
 

Álbum completo en YouTube y Spotify 💥👊🎸

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