R.E.M. – MURMUR (1983)

 


La historia de lo que conocemos como "rock alternativo" nunca hubiese llegado a ser sin la existencia de R.E.M. Así. Punto.

Para el contexto de unos todavía jóvenes años ochenta, el panorama musical ya se encontraba colmado con toda una suerte de sonidos sintéticos, algunos mucho más afortunados que otros por efecto de los evidentes adelantos tecnológicos que tendían, ya desde entonces, hacia lo digital, dejando poco espacio a lo análogo y acústico. Esto, claro, dentro del amplio espectro de las propuestas comercialmente radiales. 

Sin embargo, una creciente y florida escena subterránea ya corría con gran atisbo, impregnando con sus bandas adolescentes de propuestas e historias más reales y cercanas, el mercado de las preferencias y cultura popular, siendo de hecho, inspiración para muchos de los músicos que aspiraban por el éxito autenticador. Y sin duda, una de las propuestas más frescas y efervescentes que conquistaron gustos y corazones, casi de manera automática, fue la de los oriundos de Athens, Georgia, pequeña ciudad universitaria al sur de los Estados Unidos. 

Amigos desde muy jóvenes


R.E.M.  toma su nombre de Rapid Eye Movement o el Rápido Movimiento Ocular, situación que se presenta en la fase de sueño profundo y los globos oculares tienden a moverse, en ocasiones, sin control bajo los párpados. La banda integrada por el baterista Bill Berry, el bajista y tecladista Mike Mills, el guitarrista Peter Buck y el vocalista Michael Stipe, representó el punto álgido de una comunidad de intelectuales que abandonaron los estudios superiores demasiado pronto y volvieron su mirada hacia el quehacer musical en razón del movimiento punk, muy influenciados tanto por ídolos mainstream como los Beatles y los héroes definitivos de lo alternativo como The Velvet Underground; sin olvidarse de ese rock americano de alto octanaje en rostro del Aerosmith de los setenta.

Un rato relajado en el parque

Para 1983, la agrupación de los de Athens ya contaba con una serie de sencillos publicados de manera independiente y aislada, únicamente difundida entre radios pirata de poco alcance, además de un EP, el excelente Chronic Town.

Estos esfuerzos y la creciente popularidad que fueron adquiriendo, gracias su enérgicas y memorables presentaciones en vivo, les abrió la posibilidad de grabar su primer larga duración, Murmur, el cual, junto a Thriller de Michael Jackson y War de U2, fueron certificados como los mejores álbumes de 1983. Grabada de enero a febrero y publicado el 12 de abril de ese año, la placa presenta un cambio significativo con respecto a sus primeros registros y estilo. En busca de la tan apreciada "evolución", cosa que irían dominando conforme su trayectoria avanzó, llegando incluso, a darle forma al subgénero conocido como Jangle Pop, dejando de lado el tintineo primigenio de garage y los ritmos neblinosos, para concentrarse en enfatizar el trabajo de la guitarra y dotar a la batería y bajo de una técnica avezada, generando un sonido original, autónomo, sincero y apasionante. 

Las fotos promocionales

Aquí los jóvenes alcanzaron un estatus de culto y éxito comercial moderado, destapando por primera vez la coladera de la ta comentada nación alternativa, echando una mirada a toda la estirpe de más agrupaciones que esperaban su turno para presentarse bajo los reflectores mainstream. Y en cierto modo, Murmur significó en los ochenta lo mismo que Nevermind casi diez años después.

El álbum, cuya marca preponderante es su producción pulidamente atmosférica, abre con la infranqueable y gozosa Radio Free Europe, ensalzada por su bajeo post punk, contundente batería que galopa sin restricción y esos poderosos punteos melódicos en la guitarra, abranzando el canturreo críptico que clama por la independencia de los que se resisten a abrigarse por el manto de cualquier sistema fascista.

Radio Free Europe interpretada como pocas veces

Pilgrimage se inmiscuye en terrenos evocadores a través de su progresión de ecos sensitivos, líneas metálicas y versos que enganchan con la primera escucha, mesurando el repique estructural en favor de una explosión melódica más enervada. 

Pilgrimage en una actuación vigorosa en vivo


La crepuscular Laughing es un bello corte de folk rock que acentúa su empuje inspirado, a través de voces intercaladas de lúgubre efecto, la grandiosa batería de Berry y las incursiones de una casi guitarra etérea. 

Laughing en una actuación poderosa en vivo


Talk About The Passion es uno de los himnos melancólicos más grandes jamás concebidos, gracias a la intensa mezcla de vocales y coros, la extraordinaria conjugación de guitarras lúdicas, la marcha rítmica sobresaliente y el estimulante desmenuce de las melodías que rigen una progresión casi épica, acentuada con el desliz de un violín ensoñado.

Talk About The Passion


Moral Kiosk gana algunos puntos al conjuntar punteos y pesadez medida de post punk con el rock ambiental, algo que la empareja con hacia el rock gótico; conteniendo diversos detalles que bien valen descubrir entre su derivación percusiva y los coros garageros (puntos a favor por el genial arreglo vocal de Stipe. La conmovedora Perfect Circle avanza con medios tiempos y uniendo maravillosamente la resonancia sinuosa de la guitarra y un piano sensitivo, generando cierta atmósfera cíclica que despliega una temática en ocasiones fantasmal y en otras, iniciática.

Perfect Circle


La luminosa Catapult se caracteriza por proliferar diversos tintineos melódicos y el curioso cinismo esperanzador en la voz, sin dejar de lado la incursión acústica de la guitarra, el bajo contundente y la marcha elegante en su batería. Sitting Still sube la velocidad surgiendo de la mezcla efectiva de folk, garage e ímpetu adolescente que empuja en todo momento, progresando entre acordes lumínicos, vocales enmarañadas y estimulo sobrecogedor.

Sitting Still en vivo

9-9 nuevamente se lanza al ruedo con su guitarra desvestida, vocales heroicas, bajeo hondo y exquisita batería, logrando un punto de inflexión intensa que auspicia tanto el lado pastoral como el punk de la agrupación. Shaking Through contiene una letra de perdida y decepción, manejándose con sus guitarras, piano y coros que rayan con lo triste, aunque son ejemplo perfecto de una enorme capacidad vocal despegada de lo estéticamente bello. We Walk es un divertido regreso a las baladas de los sesenta por su simplicidad, aunque sazonada con arreglos artesanales de acordes continuos, vocales en sube y baja (semejando un hipo) y la sección rítmica de medio tiempo, en su letra existen ciertas referencias históricas y de las propias vivencias dejadas de lo romántico.

We Walk

El álbum concluye con fiereza: West of the Fields es un enérgico corte de fuerte rítmica machacante, las inagotables guitarras de Buck derivan prácticamente en lo coral, el canturreo misterioso y la prevalencia caudal fluyen como una fuente imperecedera cuya impetuosidad no deja lugar al recato.  

West of the Fields en una actuación salvaje en vivo


Murmur es la manifestación de un sonido atemporal, parido a partir de los sueños, expectativas y tradiciones que se conjugan dentro de su contenido, que a pesar del imaginario neblinoso de las temáticas, no es para nada depresivo: Su personalidad enigmática es el elemento más fuerte, dotándolo de un especial énfasis que lo vuelve prácticamente inmortal.


Tracklist:

1.- Radio Free Europe

2.- Pilgrimage

3.- Laughing

4.- Talk About the Passion

5.- Moral Kiosk

6.- Perfect Circle

7.- Catapult

8.- Sitting Still

9.- 9-9

10.- Shaking Through

11.- We Walk

12.- West of the Fields


Álbum completo en YouTube y Spotify 👈

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