GORILLAZ – DEMON DAYS (2005)

 



En los tenues días de principios de los dos miles, el estado de la música mainstream masiva parecía enfrascada en un dichoso jaloneo entre el efecto residual del pop coral de las boy bands junto a las súper heroínas vocales que dominaban el mundo como Britney Spears y Christina Aguilera; y la no tan incipiente ola de hip hop corporativo que ganaba adeptos, incrementando de forma desmedida sus dividendos contables. Cabe mencionar, las patadas de ahogado de los sobrevivientes del rock de los ochenta y noventa cuyos esfuerzos parecía más un objeto de desesperada atención que una aportación real para esclarecer su vigencia en el gusto colectivo. 

Sin embargo, en muchas ocasiones no damos cuenta o crédito merecido al pop, en su enorme capacidad por albergar propuestas ambivalentes que en realidad, son un recurso sonoro mutante cuyo carisma dilata entre la avanzada melódica y una dosis necesaria de nostalgia. 

De los habitantes de la jungla que no parecían rendirse a los sonidos confortables de las radios comerciales, se destacaba la personalidad diletante del mismísimo Damon Albarn, quien al tener un encuentro afortunado con otra mente inquieta (y torcida) como la de Jamie Hewlett allá en 1998, se empeñaron en crear una "banda de mentiras", una propuesta "falsa" cuyo espectro sónico sería edificado por Albarn, mientras que su forma, obviamente animada, sería cosa de Hewlett con su estilo tan reconocible, dando lugar a uno de los totems modernos de los estándares pop. 

Si bien el álbum debut de Gorillaz, sorprendió a propios y extraños por su presentación fresca y desenfrenada, donde convivían en igual de términos rap, rock, lo fi, dub y una pizca alusiva de experimentación en presencia de los entrañables personajes que conocemos todos: el a veces tuerto 2-D como cantante, la guitarrista japonesa Noodle, el baterista Russel Hobbs y el bajista demoniaco Murdoc Niccals, quienes despertaron el interés mediático casi de inmediato, gracias al supuesto sincretismo de los responsables detrás de los pintorescos caracteres. 

Fantasías animadas del presente...


Sin embargo, no fue sino hasta si segundo opus, el muy anticipado Demon Days, que la agrupación virtual alcanzó el gusto generalizado al colocarse sin demasiado esfuerzo en las principales listas de éxitos de todo el mundo. Sin duda uno de los puntos fuertes del disco debut, fue la colaboración activa y producción de Dan the Automator, equilibrando los elementos que Albarn aplicaba y para la ansiada secuela, este último buscó codearse con más productores y músicos, todos claro, conducidos por él, en una especie de orquesta caprichosa cuya narrativa era diseminada dentro los efectos especiales de una excelente animación que continuamente evolucionaba.

Esta vez enlistando a Danger Mouse tras la consola, el álbum fue lanzado el 23 de mayo de 2005, teniendo un sonido más suelto aunque bajo un concepto y diseño precisos, desentendiéndose de los brillos optimistas del pasado cercano, para imprimir una suerte de premoniciones paranoicas acerca del fin de la humanidad en un conjunto de temas inquietantes sobre su destino latente: cambio climático, intervenciones bélicas y la sola incertidumbre de lo que el siglo XXI traería.

Alternando el diseño de las imágenes en portada cual influencia directa de los Beatles


Una misteriosa introducción instrumental da la bienvenida al escucha, un puente hacia las sonoridades de la malhumorada y electrónica Last Living Souls, con su vaivén de sintetizadores vacilantes, cuerdas cálidas y la brillante interpretación enervada de Albarn. En seguida tenemos la fascinante Kids With Guns de diversas estructuras funky y coros encorvados, dejándose vestir con capas techno de efectos termales, sin dejar de lado la visión pesimista que dominará en todo el plato. 

¿Los niños tienen armas?


O Green World es un divertido corte electrónico de relevancia naturalista, una pequeña vista de la vastedad de nuestro mundo y su belleza, de la cual, como se relata en la letra a través de los efectos vocales instalados en una desafiante baja fidelidad, no damos cuenta sino hasta que estos avisan de su inminente pérdida. La memorable Dirty Harry evoca la dureza del personaje encarnado por Clint Eastwood aunque se dibuja hacia texturas, ritmos y programaciones más asequibles, donde los coros explotan en un cortejo aural de connotaciones épicas, interviniendo tramos complejos de rap y edulcorada psicodelia.

Sucio, sucio Harry...


Feel Good Inc. es otro corte que no puede dejarse de lado, reconocible de inmediato gracias a su tono burlón y progresiones que divagan entre el rap y rock "alternativo", denostando cierta sensualidad no dicha pero que correo cual río subterráneo en sus frecuencias de lóbrego meta relato.

Sintiéndose a todo dar...

 
El Mañana es un discreto trip hop encarnándose en una diversidad de texturas cálidas, ritmos sazonados con armonías de teclado y cuerdas rasgadas con suma precaución; todo catapultado por su letra, una ensombrecida reflexión acerca de lo que traerán los primeros rayos lumínicos que interrumpen la noche.

ya amaneció...


Every Planet We Reach Is Dead fusiona blues, programaciones electrónicas y una melosidad pop intoxicante, logrando un momento sublime entre teclados psicodélicos, golpes mordaces de batería, cuerdas prodigiosas y esa guitarra altanera de exacerbado efecto wah. November Has Come revienta con el bien merecido hip hop de versos contundentes y vivas percusiones, sin embargo, la pieza no se detiene ahí, trayendo una sorpresa de texturas dignas de hacer un esfuerzo adicional por descubrir. All Alone se aleja de la solemnidad, manifestándose como un divertimiento edulcorado de correrías electrónicas, samples y reiteraciones vocales que no cansan, liberando un influjo de rap, densas percusiones y florituras sónicas de teclados tangentes que generan instantes de auténtica belleza. White Light es un fúrico ataque de rock que se sazona con una pared de sonido casi angelical, abriendo paso directo a la fabulosa DARE donde lo más significativo resulta el teatral aunque condensado cameo de Shaun Ryder, completando el corte en extremo pegajoso con sus grandes texturas coloridas, el ritmo marcial y los coros cautivadores cuyo hipnótico impacto logra en el escucha lo mismo que el flautista de Hamelin con los ratones: un suave ahogo en la pista de baile.

Atrévete a bailar


Fire Coming Out From the Monkey´s Head presenta al actor Dennis Hooper en un interesante y locuaz soliloquio abrazado por guitarras, ritmos y texturas vibrantes, adicional de la intervención de Albarn, virando el resultado hacia una psicodélica sensación. Don´t Get Lost in Heaven es un gospel que relata martirios y alucinaciones poco benignas, en tanto el piano y sintetizador enmarcan la dirección de este religioso transcurso coral, permitiendo el paso a la continuidad sublime de Demon Days, una manicura de cuerdas ominosas, ruidismo arcano y el falsete de Albarn cuya tacita expresión prevalece como la mente maestra tras este movimiento armónico de coros, guitarras y la enunciación progresiva de lo que significa "elevarse" en el estado puro del materialismo vacuo. 

Demons Days fue un triunfo rotundo en su momento, y aun 18 años después, continúa siendo el mayor logro de la banda virtual y por lo tanto, una de las medallas de gran peso en el pecho ronco y ególatra de un genio pop como lo es Damon Albarn


Tracklist:

1.- Intro

2.- Last Living Souls

3.- Kids With Guns

4.-  O Green World

5.- Dirty Harry

6.- Feel Good Inc.

7.- El Mañana

8.- Every Planet We Reach Is Dead

9.- November Has Come

10.- All Alone

11.- White Light

12.- Dare

13.- Fire Coming Out From the Monkey´s Head

14.- Don´t Get Lost in Heaven

15.- Demon Days


Álbum completo en YouTube y Spotify 🐒

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