RINA SAWAYANA – HOLD THE GIRL (2022)
El año pasado vio el regreso de la cantante
y modelo japonesa/británica Rina Sawayama con un nuevo álbum bajo el brazo,
resultando en un evento significativo en la historia del pop moderno. Si ya con
su debut de 2020 dejó impresionado a más de uno, revelándose como un talento
potencial a desenvolverse durante los próximos años, ese futuro tan prominente no
fue tan lejano.
Consciente de sus propias influencias
que viran entre el pop electrónico de los noventa, el hip hop elaborado y una pizca
certera de nü-metal edulcorado con un sabor melódico de metal alternativo de
principios de los dos mil; el estilo generado es un amasijo de energía sistemática
y sentimental, enfatizando en la sensibilidad pop de sonido contundente, femenino
y variado en temáticas fuertemente actuales entre las que se encuentran la
interacción humana con la tecnología, la diversidad sexual y una colorida
paleta que desborda nostalgia.
Compartiendo ciertos rasgos de féminas
contemporáneas, ahora empoderadas como ídolos de las pistas de baile, como Billie
Eilish y Dua Lipa, pero imprimiendo una esencia propia más terminante,
esto gracias al rescate casi ontológico de los mejores rasgos de Shania
Twain y Kelly Clarkson, Sawayama embarneció sin duda, un
estilo elegante que empata por igual con la sofisticación del mejor pop
bailable de los ochenta y noventa, además de la frescura del indie pop rock de The
Corrs y cierto rasgo vocal que podría remitirse al expresionismo juguetón
de Gwen Stefani.
Los arreglos de Hold The Girl,
editado el pasado 16 de septiembre, resultan vibrantes, colmando cada uno de
los cortes con un sentido poderoso y embelesador: sus atmósferas de sintetizadores
gigantes, programaciones rítmicas de hip hop y esos acentos de rock engrandecen
la experiencia auditiva sin duda.
Girando desde la psicodelia, el
techno, el eurodance, el mencionado hip hop y rock alternativo, se puede
detectar un surtido de elementos que acompañan el de por sí cálido y encantador
timbre de Rina: metal industrial, música disco, J-pop, soft rock; sólo
por mencionar algunos.
Minor Feelings nos adentra a la placa con su eco de guitarras suaves, teclados y melódico canto que serpentea a través de sus evocaciones melancólicas, accionando un recurso épico como en las mejores baladas de los años setenta. Hold The Girl ataca de inmediato con su nostálgica atmósfera, muestra palpable de su madurez artística: cuerdas ensanchadas, ritmos robóticos que se descomprimen en la pista de cualquier pista de baile, geniales coros que evangelizan añadiendo esa sensación de abrazar un mundo donde los límites son mínimos.
La poderosa This Hell es un torcido remix de la esencia ochentera de beats hipnóticos, riffs y solo de guitarra glam y un excelente juego vocal expresivo que engalana la esencia country que le da origen, en tanto la letra es una defensa eufórica que fluye natural.
Catch Me In The Air suena fresca, diligente y luminosa en su cabalgata pop rock de intensas acrobacias vocales, tan alegre y fortuita, dejando en claro la postura de su autora ante el valor de las relaciones entre madres e hijas. Forgiveness es una balada que implica un aire introspectivo, desplegando coros de rock semidescremado para estadios, fluyendo sensitiva a través de livianas texturas cuasi psicodélicas.
Holy (Til You Let Me Go) desencadena los beats de un trance semi industrial edulcorado con diversos efectos de eco y sintetizadores que atañen también a la voz, revelando unas atmósferas grandilocuentemente bailables à la Lady Gaga. En el inicio de Your Age interviene un instrumento oriental que da paso a una diversidad de percusiones electrónicas y teclados contundentes de largos estribillos pop, recordando los cortes más suaves de NIN, al tiempo que la letra cuestiona las decisiones que toman las personas al alcanzar cierta edad, actuando conforme a la rígida normativa social. Imagining es otra pieza de pop electrónico machacante de hard house, con excelentes coros y programaciones para sacudir el cuerpo, sus sintetizadores erigen solidos muros para condensar el desafiante arreglo vocal.
La excelente Frankestein es una declarativa sobre ser diferente en un mundo que no te comprende, mezclando beats galopantes, dichosos sintetizadores y guitarras punk luminosas; Rina dispone uno de sus mejores momentos en este acelerado corte.
Hurricanes tiende en expandir su sonido recordándonos algunas baladas briosas de pop punk de mediados de la primera década de dos mil, sazonándose con las virtudes de la producción moderna de efectos de sintetizador, trayendo a la vida los momentos juveniles de Avril Lavingne.
Send My Love to John es una sorpresa acústica cuyas melodías embarnecen conforme avanza la letra. Phantom es una obra preciosista de letra introspectiva, otra joya contenida en la placa, divagando entre piano, guitarra acústica y diversas atmósferas que nublan y despejan conforme la poderosa interpretación de Rina conmueve en su enérgico alcance.
La conclusiva To Be Alive conjuga nuevamente recursos de balada
ochentera con su gran vocalización, atmósferas cristalinas y un aire techno de pulida
producción.
Hold The Girl funciona como
un segundo opus exitoso, destilando el rigor estridente de su primer
álbum, en favor de un llamado que intenta ser más profundo y sin embargo, logra
mayores alcances por su emocionalidad bailable y nostálgica.
1.- Minor Feelings
2.- Hold The Girl
3.- This Hell
5.- Forgiveness
7.- Your Age
8.- Imagining
9.- Frankestein
10.- Hurricanes
11.- Send My Love To John
12.- Phantom
13.- To Be Alive
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