NEONFLY – THE FUTURE, TONIGHT (2021)
La tradición genealógica del metal se vuelve majestuosa tras cada transfusión
de nueva sangre, jóvenes que se arman con instrumentos eléctricos (y en ocasión
de otra índole) para tocas algunos de los clásicos representativos del género y
de quienes toman al toro por lo cuernos y se incorporan a la página de autores,
generando su propio material, vibrando los ánimos y corazón de aquellos
escuchas destinados a convertirse en sus seguidores.
Así, Neonfly, agrupación británica conformada actualmente por el
vocalista Willy Norton, el bajista Paul Miller, Dec Brown
tras la batería y el guitarrista de origen mexicano Frederick Thunder, se
han convertido en parte esencial de una nueva ola de Heavy Metal melódico, trayendo
consigo una discreta, aunque fructífera carrera donde entremezclan duros
acordes de guitarras virtuosas, compases de galope inmisericorde, vocales
vigorosas que nada le piden a gente como Timo Kotipelto, añadiendo ocasionalmente
concisas referencias a la cultura prehispánica mexicana.
Durante 2021, en el marco del azote funesto de la pandemia por Covid-19, su tercer larga duración vio luz, mostrando más de una sorpresa en el panorama de su sonido, de por sí, preciso y contundente. Teniendo la participación de invitados como Björn "Speed" Strid de Soilwork, The Future, Tonight es ejemplo del enorme y brioso talento de los componentes del grupo, brindando una sólida colección de canciones estoicas, como las columnas del coliseo romano o las escaleras de la pirámide de Chichen Itza y muy a tema de su también actual gira por nuestro país.
La evolución brota instantáneamente con This World is Burning, primer avance la placa, soltándose desde una solemne atmósfera e impactando directo a la raíz cognitiva del cerebro con su viraje progresivo deslumbrante y emotivamente épico. Last of our Kind inicia retadora con su fluida sección rítmica de alto octanaje, lacerantes guitarras y teclados vibrantes, su estupendo trabajo vocal y convulsa letra enardecen los ánimos por cuestionar cualquier sistema político cuya fecha de expiración quedó muy atrás. Flesh & Blood intercala la cadencia de los mejores momentos del metal ochentero junto a los acalorados punteos progresivos del Rush más potente, reviviendo la afectividad melódica de la nueva ola del metal británico, colmada con un brío juvenil aún más poderoso.
La homónima The Future, Tonight es otro corte poderoso de maestría melódica, manifiesta en la visión de una valquiria galopando directo a las puertas centellantes del Valhalla, en tanto la crujiente aportación de Strid desencadena uno de los mejores momentos del plato, volviendo el coro memorable y enérgico. Beating Hearts supura en los encontronazos de un sintetizador en claroscuro y la sensibilidad de una guitarra acústica, desprendiéndose de inmediato en una diáfana producción moderna de texturas, coros y lumínicas imágenes de unión, sin dejar de lado, los acordes pesados de la guitarra. More Than a Lifetime gira hacia la balada contundente, regalando un paisaje sonoro relajado, aunque no despegado de la esencia fibrosa del álbum, sumándole varios puntos gracias a su consistencia, resultando fácil reconocer este sonido como un estilo propio. Recalco el excelente solo de guitarra, un subidón cauto de talento y vivacidad.
Another Eden vuelve a la carretera supersónica con los teclados por delante, realizando una especie de duelo efervescente con la guitarra, en tanto la potente voz se impulsa a través del progreso coral de la batería. Steal The World revienta con furiosa, levantándose con alas de fuego e incursionando en un sonido pulido que mejora conforme los beats se procesan a placer, a través de la conjugación de vocales rasposas que activan el ataque de las guitarras y la línea oportunidad del bajo superlativo.
Final Warning ataca directo a la yugular de los necios que permiten que el mundo se vaya directo al infierno mediante su furiosa letra, decantando una catedra de valiente metal progresivo que se supera a sí mismo con su fluido solo de guitarra, el trabajo vocal grandioso y la vertiginosa aportación de los teclados, clarificando un poco la oscuridad meritoria del corte. The Things We Left Behind (And The Things That Slipped Away) concluye la placa como se esperaría, despejando dudas y ahogando las sorpresas, una yuxtaposición nostálgica por todo aquello que siempre se pierde, transmitiéndose eficazmente gracias a los punteos sensitivos en las seis cuerdas, vocales solemnes, aunque, por supuesto, el fuego no deja de iluminar lo profundo desconocido de la noche mediante la integración de los demás elementos de la banda, uniéndose en un enorme todo.
The Future, Tonight es la encarnación de un mundo que suplica por un momento para respirar, un testigo silente de su propia destrucción. Sin duda una escucha recomendable y necesaria para comprender los caminos modernos de un género que comienza a mirar con orgullo, su próxima generación de iconos.
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