U2 – ACHTUNG BABY (1991)
El mundo ya no es lo que solía ser hace treinta años, sobre todo mirándolo
desde la perspectiva tecnológica. Todos los avances han implosionado en una
herramienta donde prácticamente, una persona puede desenvolver su vida entera,
lejos de la realidad, por supuesto. Sin embargo, cuando llegó la década de
los noventa, un tipo de esencia moderna e innovadora ya flotaba reciamente en
el aire, cosa que sería aprovechada en el desarrollo de productos y obras
artísticas.
Para U2 significó un movimiento disruptivo en
su trayectoria, motivados por los adelantos técnicos y un febril deseo por
trasladarse hacia recursos distintos a los que ya tenían acostumbrado al
público, mediante álbumes francamente maravillosos como War (83), The
Unforgettable Fire (84) y The Joshua Tree (87), cuyo sonido atmosférico y
pastoral atrajo a miles de personas alrededor del mundo, posicionándolos como
una de las agrupaciones más exitosas y conocidas del globo.
La agrupación encabezada por Bono, y completada por el guitarrista The
Edge, del bajista Adam Clayton, además del baterista Larry Mullen
Jr., tuvieron a bien, como una especie de grandilocuente epifanía, virar
hacia el rock americano como fuente irrefutable de iluminación, y es plausible
apreciar ese amor por sus influencias, contexto que en voz y música de los
irlandeses, gana una animosa intensidad espiritual, apasionada, absoluta.
Sin embargo, al nacer la década, fue necesario renovarse o morir, domar los
potros arrojados de la inspiración, esta vez, dando espalda a eso que tanto
amaban para establecerse en un nuevo estado de gracia, en facultad de toda la
experiencia aprendida, acelerando sus habilidades compositivas e
interpretativas al máximo y mirando de frente una atribución vanguardista,
moderna, completa en dispositivos que fungirían como ventana hacia el futuro de la música pop.
Apersonados en los estudios Hansa en Berlín, donde llevaron,
principalmente, las grabaciones de lo que se convertiría en su séptimo álbum de
estudio, la banda, acompañados de su entonces inseparable mentor y colega, Brian
Eno, además de una figura que fungiría con mayor fuerza en las decisiones
al interior del recinto de grabación y de la banda, Daniel Lanois,
adicional del apoyo de Flood y Steve Lillywhite en la mezcla; la tan reconocible estilística sonora de U2 mutó
estrepitosamente a través de un circuito con miles de foquitos incandescentes,
incorporando una mixtura electrónica e industrial, además de cierto
rigor áspero y distorsionado muy representativo del rock underground.
El 18 de noviembre de 1991, apareció Achtung Baby en las estanterías
de tiendas de discos, un muchacho de ecléticas vociferaciones
que renacía tras un ligero bucle que duraba segundos, prolongándose hacia la
infinitud modular en estado puro de experimentación y osadía,
desprendiendo un aura peligrosa e irreductiblemente seductora.
One es una voluptuosa balada archiconocida, una composición de trote cauto de guitarras, órganos y bajos sensiblemente cálidos, bien podría ser fácilmente la mejor composición en toda la carrera de los irlandeses por su arreglo vocal soberbio y letra amalgamada con paralelismos entre unificación, amor carnal y espiritual, con ciertos pasajes que aluden la vida de Jesucristo.
Until The End Of The World es un corte de alargada resonancia épica y militante, conformada por percusiones tribales y electrónicas creciendo con excelentes texturas y efectos de guitarra, además de presentar uno de los mejores solos de The Edge de enervado eco, casi filosófico e intelectual. Su letra contempla un dialogo ficticio entre Cristo y Judas Iscariote, en acto pleno de desesperada traición.
Mysterious Ways arranca con plena propulsión, magníficamente sazonada con sintetizadores, percusiones de congas y diversas líneas melódicas en más de una guitarra, ideal para las pistas de baile en un arrojo aventurado que precede el hermetismo de su letra, buscando sin tanta pretensión, una especia de respuesta espiritual que concientiza las “formas misteriosas” en la cual actúa Dios.
Tryin´To Throw Your Arms Around The World reduce la velocidad, desenvolviéndose como un cadencioso tema de capas ligeras que sobreponen teclado, guitarra, bajo omnipresente y coros suaves, logrando desprenderse de lo convencional para modular el empellón de sonidos en su paleta. Ultra Violet (Light My Way) es una balada épica que principia el ascenso a la estratosfera, con su dispersión de pedales con efecto que revelan un poderoso núcleo emocional, la sección rítmica inclina hacia un trance a plenitud bailable, yuxtaponiendo sus versos de construcción pop con el resto de su letra angustiada.
Acrobat incursiona directo
en la tempestad: batería y bajo galopan a ciegas, mientras la
guitarra desvive entre melodías cíclicas y ecos cuneiformes; su letra
temeraria aborda el autodesprecio, la incertidumbre y la hipocresía de la
sociedad, enriqueciéndose de un aire épico gracias a su arreglo vocal neblinoso. La concluyente y colosal, Love is Blindness, relata la tortura autoimpuesta de
una pareja que se aferran mutuamente en un sentido de codependencia, en tanto
el órgano, la resonancia experimental de la guitarra y las atmósferas cautas sobreponen
una lóbrega expectativa.
Tracklist:
1.- Zoo Station
2.- Even Better Than The Real Thing
3.- One
4.- Until The End Of The World
5.- Who´s Gonna Ride Your Wild Horses
6.- So Cruel
7.- The Fly
8.- Mysterious Ways
9.- Tryin´To Throw Your Arms Around The World
10.- Ultra Violet (Light My Way)
11.- Acrobat
12.- Love is Blindness
Comentarios
Publicar un comentario