IRON MAIDEN – SENJUTSU (2021)
Después de dos años de especulación, la quizá, agrupación de heavy metal más exitosa de todas, Iron Maiden, regresa con su nuevo álbum, apenas editado el 03 de septiembre. Fieles a su bien conocidos estilo y técnica, los oriundos de Inglaterra presenta un trabajo sólido de riffs enérgicos, discretos teclados de tono progresivo y rítmica prolongada, enfatizando, desde el nombre de la producción y vistosa portada, un tema histórico que bien resulta tan fascinante como idiosincrático.
Mientras algunas opiniones lo califican como un triunfo, otras ven este conjunto
de nuevas canciones como un esfuerzo mediano, Senjutsu, concepto con una
traducción escueta al español que lo califica como “tácticas y estrategia”,
contiene todos los elementos que gustan a los fans, sin embargo, en cuestión de
producción, mezcla y masterización, parecen realizados sin el menor asomo de
búsqueda por pulir la propuesta; esto no significa necesariamente algo malo, sin
embargo, evidencia al productor de “cabecera” de la agrupación desde hace 20
años, Kevin Shirley, obediente a los gustos sonoros del bajista y líder
de la doncella de hierro, Steve Harris.
El material abre con la homónima Senjutsu, ocho poderosos minutos que extienden riffs metálicos, percusiones de marcha tribal, y la voz casi omnipresente de Dickinson, quien hace un trabajo estupendo, en esta pieza de aire épico que se mantiene cadenciosa sobre una línea de perceptible melancolía. Stratego acrecienta el galope de la batería y el bajo, las guitarras estallan en un extraordinario cruce de líneas melódicas, en tanto la voz luce espectacular cuando alcanza notas altas, sin embargo, también sufre de cierto empantanamiento, culpa de la producción. The Writing On The Wall desencadenó el hype al tratarse del primer adelanto de la placa, experimentando con una suerte de spaghetti western de introducción acústica (muy típica de Maiden), letra de inspiración bíblica y excelentes coros que sulfuran epicidad; si bien tampoco termina de despegar conforme a la velocidad característica de la banda.
Lost in A Lost World es una excursión espesa de atmósferas de influencia
progresiva, extirpando un surco de intrincados riffs duros que suben y bajan intercalándose
a tres guitarras, encima de un beat decisivo aunque poco demandante. Days Of
Future Past resulta un corte mucho más pesado y directo, arreciando la
hélice entre punteos melódicos, desafiantes y base rítmica que se alumbra como
las centellas; adicional de la poderosa interpretación vocal, luciéndose a
pesar de la poca resolución en la mezcla. The Time Machine parece
enlazarse temáticamente con la pieza anterior, sin embargo, no tratan más allá
de las repercusiones de la guerra vistas con la lejanía del tiempo, a través de
una mirada desesperada: una aguerrida acometida de metal progresivo que desempolva
los mejores momentos de Rush y el Maiden de antaño, aumentando la
apuesta en la sección rítmica, e incluyendo esbeltos teclados, solos y riffs que
abundan en melodías imperecederas.
Darkest Hour y su oscura línea melódica inauguran el segundo set de canciones, en un nuevo viaje que parece anunciar un apocalipsis inminente, grandes guitarras, la batería de Nicko McBrain fungiendo como catalizador de la furia y la pasión, Dickinson en una de sus mejores interpretaciones como lo escuchábamos desde hacía mucho y el excelso equilibrio entre riffs y solos magnánimos. Death Of The Celts incursiona en una dinámica irascible de folk de guitarras duras, paso marcial en la batería y apasionantes momentos que viran de lo progresivo hacia el mejor heavy metal, aunque ligeramente desviado por un soplo orquestal que puede resultarle aburrido a más de uno.
The Parchment recrea con suavidad, la amenaza de un depredador a
punto de lanzársele a su presa, un agresivo rugido de metralla guitarrera,
buenos teclados y la marcha acomodada de la sección rítmica; aunque por
momentos el puente musical es reiterativo, los solos de Smith desplazan
por completo la monotonía. La placa concluye con Hell On Earth un poderoso corte
de rocambolescos riffs melódicos, incursiones de teclados coloridos y cuya mixtura concatena una asombrosa suma de superpotencias.
El veredicto para Senjutsu, radica en la opinión de cada uno, ya que personalmente, no me parece superior a Book of Souls (2015), sin embargo, posee suficientes elementos para valorarlo entre sus mejores álbumes a partir de los dos miles.
Tracklist:
1.- Senjutsu
2.- Stratego
3.- The Writing On The Wall
5.- Days Of Future Past
6.- The Time Machine
7.- Darkest Hour
8.- Death Of The Celts
9.- The Parchment
10.- Hell On Earth
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