Mr. BUNGLE – MR. BUNGLE (1991)

 


A lo largo de sesenta años de rock n´roll, toda clase de posibilidades alocadas se han explorado, desde la entremezcla de diversos géneros en apariencia incompatibles como el jazz, el ska, la música sinfónica de cámara o el pop, donde amalgamas fascinantes han elucubrado nuevas maneras de componer, de interpretar y hasta de interactuar con el publico y con el gusto generalizado, conforme a las expectativas de la década en turno.

Ejemplos existen como The Mothers of Invention, cruzando por Grand Funk Railroad, Butthole Surfers y The Melvins, el rock se ha visto invadido por un metadiscurso que no es comprensible para todos y puede resultar verdaderamente indigesto: el sentido innocuo de irreverencia. Así alcanzamos a Mr. Bungle, formados durante 1985 en algún oscuro rincón de la Unión Americana, primero como un agrupación que focalizaba en enarbolar una especie de death metal sazonado con thrash: veloz, ríspido, transgresor. Sin embargo, conforme evolucionaron en habilidad y edades, su propuesta mutó impregnándose principalmente, por sus influencias más cercanas: el rock experimental, el ska, el funk, siempre en miras de alcanzar una estética que los emparejara a la mejor vanguardia sin tapujos.  

inspiración directa para futuros chalados enmascarados...


Con algunos demos grabados, en 1990 firmaron con Warner Bros., discográfica que insospechadamente les permitió empapar con todo desenfreno su primer lanzamiento discográfico. La formación en sexteto de la banda californiana, Mike Patton voz principal y encargado de redactar las satíricas letras, Danny Heifetz tras la batería, el guitarrista Trey Spruance, el bajista Trevor Dunn, además de los saxofonistas Clinton McKinnon (tenor) y Theo Lengyel (alto), impregnó sus vejaciones dentro del estudio con la mejor tecnología del momento, además de contar con el mismísimo John Zorn como productor; un elemento fundamental para el éxito de su sonido.  

Publicado el 13 de agosto de 1991, con sus treinta años recién cumplidos, Mr. Bungle, el álbum, es un escalofriante discurso de intrincados cambios sónicos, mal encasillado en su momento, sólo como funk metal; la placa subleva cualquier etiqueta que se le intente colocar, afortunadamente, tampoco es indescifrable. Aperturando el circo esquizoide tenemos Quote Unquote, anteriormente nombrada Travolta, un vaivén de teclados circenses, bajeo y batería jazzísticamente divergentes, trabajo vocal cómico aunque malévolo y guitarra de riffs intrincados.

Quote Unquote


Slowly Growing Deaf recurre al funk que súbitamente gira hacia la balada de sintetizador, la voz se siente cómoda, pacifica, utilizando un artilugio para engañar al escucha antes de fusionarse con un crujido de riffs metálicos, dando como resultado una vorágine descontrolada de efectos sintéticos y gritos. 

Slowly growing deaf


Squeeze Me Macaroni es una de las piezas en cuya letra no existe censura para sus connotaciones sexuales casi pornográficas. La tensión crece conforme el bajo funk, saxofones y voz tejen una divertida sensación de desastre, permitiéndole a la guitarra y batería deshacerse en riffs pesados. Carousel se planta en el ska elucubrado por una serie de patrones rítmicos discordantes, efectos saltarines, golpes guitarrísticos de death metal y vocalizaciones que mutan entre lo amigable y lo tenebroso. 

Carousel


La ominosa Egg acomete desde el funk con toques divergentes de ska, agregando cambios que parecen inofensivos pero se tornan en un oscuro entramado de feroces riffs y galope vertiginoso proveniente del free jazz; en tanto la letra relata de manera pueril, diversos síntomas adversos en el cuerpo humano que involucran fluidos infecciosos. En Stubb – A Dub los teclados circenses sangran directo hacia un giro cercano a la balada, que en un abrir y cerrar de ojos, se trastorna hacia lo experimental, yendo y viendo del ska al jazz, el funk con excesiva distorsión sobre espesuras de dub.  My Ass Is on Fire gira dramáticamente hacia el metal de compases funk, la gran voz de Patton logran momentos guturales sazonados con intempestivas texturas de sintetizador, saxofón y batería desaforada; engrosando el festejo inmoralmente experimental. 

My ass is on fire

The Girls of Porn basa su letra en imágenes sexualmente explicitas, agregando grabaciones de películas que dejan paso a riffs poderosos, base rítmica instaurada en el mejor swing jazzístico de saxofones enfáticos y vocalizaciones infernales. En LoveIs a Fist vuelve a un jazz que se fusiona con punteos melódicos y riffs galopantes. El saxofón principal es interpretado por Zorn, enarbolando intensos momentos de locura thrash. Dead Goon cierra el plato a través de manipulación de sonido, galopes circunspectos de batería, teclados circenses, guitarra y bajo funk, transformando la pieza en una cama de filosos clavos y saxofones que soplan insolentes; su letra no podría ser más escalofriante: abordando el tema de la asfixiófilia, táctica sexual donde el narrador finalmente muere en cuanto alcanza su frívolo clímax.

The girls of porn... live


Un escarmiento para los oídos y la percepción, el debut de Mr. Bungle no podría haberse concebido de otra manera. Requiriendo una escucha continua para asimilarlo a totalidad (si acaso es posible), este tour de force sardónico es muestra del dote progresivo, humorístico y desconcertante de la banda.


Tracklist:

1.- Quote Unquote

2.- Slowly Growing Deaf

3.- Squeeze Me Macaroni

4.- Carousel

5.- Egg

6.- Stubb – A Bubb

7.- My Ass Is on Fire

8.- The Girls of Porn

9.- Love is a Fist

10.- Dead Goon


Álbum completo en YouTube y Spotify 💀💥

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