DONNA SUMMER – A LOVE TRILOGY (1976)
Es común relacionar la escena de la música disco a
un ámbito superficial de excesos y corto talento. Sin embargo, tal revelación
no aplica para muchos de los artistas que relucieron con su presencia en las
pistas de baile, dominando el firmamento discográfico de las listas de éxitos
durante la segunda mitad de los setenta.
“La Primer Dama del Amor” como se le conoció a Donna
Summer, ascendió rápidamente en el gusto generalizado de los amantes
del R&B y el pop, gracias a su tremendo despliegue escénico, poderoso matiz
vocal y frondosa belleza. Trascendiendo gracias a su apego por la innovación
constante de la rítmica y las melodías, Summer supo correlacionarse con
una de las grandes mentes de la música electrónica moderna, el compositor Giorgio
Moroder, quien dirigió el proceso de producción del tercer álbum de larga
duración de la artista: “Una trilogía de Amor” se publicó el 18 de marzo
de 1976, tras un proceso de grabación, relativamente veloz, durante los últimos
meses del 75 en los estudios Musicland en Munich, Alemania.
Instaurando su esencia en la plenitud disco y del
baile, el sonido del plato resulta
altamente sofisticado, esplendoroso y por momentos, frágil. Compuesto entre
otros, por Moroder y Summer, las canciones invitan a moverse, deslindar
la mente de las preocupaciones de la vida cotidiana sin sumergirse en una
odisea confortable de paz y relajación, sino mejor dicho, adentrándose en una
noche de romance desbordado, plenamente sexual, como la misma figura de la
vocalista, entre caricias de tórrida intencionalidad, susurros coquetos en el
oído, y momentos orgiásticos de hedonismo carnal.
El álbum abre con una pieza que podría calificarse
como “magnificente” por su longitudinal duración: Try Me, I Know We Can Make
It de casi dieciocho minutos, es un medley que escenifica el gozo por la
pista de baile, a través de su entremezcla efectiva de sintetizadores, bajo
funk, cabalgata percusiva, guitarra armónica y el seductor desenvolvimiento
vocal de Donna, quien conjunta en su letra, la historia de un encuentro
fortuito entre dos amantes, desde que son presentados, hasta que
irresolutamente hacen el amor una y otra vez, sólo por una noche que se vuelve
memorable, inmortal. Prelude To Love sirve de su brevedad presentándose
como un puente hacia el próximo corte, fungiendo como susurro que aviva a
plenitud la llama sexual, y entonces llega Could It Be Magic genial corte
cuyo autor es ni más ni menos Barry Manilow, aunque, en voz y manos de Summer,
adquiere una significación semántica completamente radical. Llevada del romance
pasivo a una explosión pujante de erotismo, el sensual desempeño de la
cantante, además de los excelentes teclados, galope en la batería y coros casi
atmosféricos, engalanan este corte como indispensable y clásico en la
discografía de tan esbelta artista. Wasted se supera a sí misma al
fusionar el caustico poderío del soul con electrónica sofisticada, enervando un
serial de fogosas imágenes sobre la pista de baile, Donna logra trascender
su voz hacia alturas de goce intrincadamente sexual. Come with me mantiene
la rítmica táctil y efectiva, figurando algunas acrobacias guitarrísticas que
se mimetizan con las exquisitas capas de sintetizadores y efectos electrónicos.
A pesar de contar con sólo 5 cortes, A Love
Trilogy es un clásico instantáneo de proporciones épicas, un rostro bello
favorecido por la virtud del canto superlativo que desprende una gran carga
seductora, pasando avivadamente de la música disco compleja, hacia una electrónica
innovadora que iría mejorándose conforme a los años y que Donna Summer
tampoco dejaría de lado, convirtiéndose en figura indiscutible de la cultura
popular y la música dance.
Tracklist:
1.- Try Me, I know We Can Make It
2.- Prelude To Love
3.- Could It Be Magic
4.- Wasted
5.- Come With Me
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