FOO FIGHTERS – FOO FIGHTERS (1995)
Enmendar el tiempo y salir avante de la adversidad, es uno de los retos más importantes que se le presentan a los artista. El caso de Dave Grohl no es distinto. En 1994 sucedió un punto de inflexión en su vida: la muerte de Kurt Cobain significó el fin de Nirvana, dejándolo a él y al bajista Krist Novoselic a la deriva. Los oriundos de Seattle fueron un hito innegable para el rock moderno y toda la escena alternativa en Estados Unidos. Las cosas a partir de entonces funcionarían diferentes, iniciando con la caída popular del grunge a mediados de la década. Pocos hubiesen imaginado que un personaje secundario como Grohl, tomaría un rol significativo deslizándose de la batería hacia la guitarra y voz principal; dando a conocer su creatividad exacerbada e impresa en un puñado de canciones grabadas por su cuenta.
Dispuesto a resurgir de entre las cenizas envestido en un nuevo proyecto, tuvo
el tino de llamar a Barrett Jones, productor y amigo de años, para
ayudarlo a conformar lo que sería el primer álbum de un sueño vuelto
realidad: Foo Fighters.
Editado el 4 de julio de 1995, este opus, supuso una grata sorpresa: lleno con fuertes y rasposas guitarras adicionado con un ímpetu ultra interior que rememora algunos sucesos en la historia del rock: porque si a Kurt Cobain se le podía comparar con John Lennon, en cuanto a esencia, misterio y morfemas de escritura, Dave Grohl equivale a Paul McCartney, gracias su cualidad de jugar con las melodías, volviéndolas gigantescas y memorables. Y es difícil ignorar el mérito de ser un álbum cuasi solista, grabado íntegramente por Grohl. Sin embargo, en Foo Fighters (el álbum), existe poca luminosidad: los fantasmas golpean anímicamente, asomando con potencia en varias de las letras.
La placa tiene un comienzo prometedor: This is a Call es una afrenta hacia su pasado inmediato, fluyendo entre la batería a todo galope y radiantes melodías que regurgitan atiborradas de distorsión. Esta presente aun, el sonido de Nirvana, incrustado en la dinámica de suaves momentos y la mejor centella punk.
I´ll Stick Around arremete portentosa, la voz se bifurca entre versos calmos y un coro explosivo, guitarras a tope y la base rítmica pesando una tonelada. Al parecer la letra es un reclamo entre dicho, contra Courtney Love, quien se apropió de los derechos de todo lo relacionado a Nirvana y su fallecido esposo, despojando de su respectivo crédito a Novoselic y Grohl, sosteniendo embates legales durante años.
Big Me es una perfecta canción pop, fluyendo divergente entre desfachatez punk y suaves melodías edulcoradas. La letra crítica con irreverencia, esa loca necesidad de atención personal y el consumo de masas.
Alone + Easy Target estalla con guitarras sólidas y una batería mesuradamente metálica. Surgida durante los días en Nirvana, la rola deambula entre la herencia grunge y el hard rock de los setenta. El trabajo vocal también gira a través de una interesante carraspera y modulación armónica.
Good Grief golpea veloz en la sien con su rítmica punk, adicional de revelar un gusto culposo y mordaz de satisfacerse a través del dolor. Floaty es una lamentación que arranca acústica hasta volverse una feroz mezcla de riffs que chorrean distorsión. Aquí la batería suena espectacular, así como las vocales que comienzan a percibirse mucho más cómodas, reluciendo aun, la dinámica heredada de los Pixies: la intercalación entre calmo y agresivo. Weenie Beenie desata su vena punk pop a todo furor, desligando velocidad como si el mañana fuese una esperanza lejana. Excelente efecto acometido en la voz, percibiéndose saturada en todo momento.
Oh, George conmemora al Beatle favorito del ex Nirvana, en una pieza que pretende seriedad pero se estanca en una extraña esencia trágico-cómica; tenemos una estrecha pesadez en las guitarras, objetivando las armonías durante su solo “Harrisoniano” y su poniendo una certera desesperación en la línea vocal. La letra tiene poco sentido, aunque aspira a una inalcanzable espiritualidad. For All the Cows se volvió con el tiempo, uno de los temas favoritos de los fans por su sello desenfadado, sección rítmica saltarina y guitarras instauradas en un punto medio de enérgico hard rock y punk pop que destilaba con simpatía grupos como The Offspring y Green Day.
Las tres piezas finales supuran del espíritu lo fi del Nirvana más acometido: X-Static presenta la única colaboración externa: la áspera guitarra de Greg Dulli de los Afghan Whigs. Es un corte de riffs meticulosamente circulares, dotados con vibrante distorsión y rítmica hipnótica. Grohl canta con elegancia somnífera, relumbrando con hastío y aparente depresión. Wattershed es breve y poderosa: rápida, pesada, punk, heavy rock, altiva con guitarras que ganan en músculo apartando las melodías y dejando a la voz guiarse a través de la batería extrema.
En más de una
ocasión, Grohl mismo ha hablado de lo mucho que le agrada la conclusiva Exhausted,
corte de singular factura y calidad: un noise rock que divaga entre riffs
de power y punk pop, además compases gigantes meticulosamente ocultos. No existe
mejor manera de haber cerrado este debut; la pieza se asemeja a Sonic Youth
como los héroes desafinados que son, junto al punk melódico y festivo que
proliferó en los noventa.
Aun con la salida del álbum en puerta, Dave Grohl dispuso la búsqueda de músicos para conformar la banda, trayendo de regreso al segundo guitarrista de Nirvana durante su última gira, Pat Smear, proveniente de los Germs, Nate Mendel y William Goldsmith de Sunny Day Real Estate en bajo y batería respectivamente; naciendo así, los Foo Fighters, y este primer trabajo moldearía su trayectoria, ganando por puntos gracias a la suspicacia de su rock inflamable.
Tracklist:
1.- This is a Call
2.- I´ll Stick Around
3.- Big Me
5.- Good Grief
6.- Floaty
7.- Weenie Beenie
8.- Oh, George
9.- For All the Cows
10.- X-Static
11.- Wattershed
12.- Exhausted
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