DEATH – SPIRITUAL HEALING (1990)
La segunda mitad de los años ochenta trajo un nuevo despertar para el metal,
consagrando uno de sus subgéneros más representativos, adicional del Thrash, en la conciencia de los jóvenes que buscaban
una fuente mordaz y salvaje de catarsis.
El Death Metal causó tal efecto, asumiendo el discurso de la cinemática de
horror para transmutarlo en riffs furiosos, blast beats de velocidad frenética y voces
guturales que sangraban erosión maligna, en tanto las letras, estuvieron dedicadas
a la explotación del gore y lo mórbido. Death, dirigidos por el
grandioso Chuck Schuldiner, encabezaron este fúrico movimiento, comprobando
en sus dos primeros álbumes, el excelente Scream Bloody Gore (1987) y el
todavía superior Leprosy (1988), una calidad inmejorable en cuanto a composición
y rabia. Su contenido lírico, claro, fue lo que se podría esperar en un inicio: zombies,
tripas, muerte. Arrastrando un cliché sin serlo todavía, Schuldiner deseó
avanzar mucho más lejos.
Decidido a adoptar a la esencia de algunas de sus influencias progresivas, Chuck, siendo el músico talentoso e inquieto que fue, enfocó la composición del siguiente disco de la agrupación para mostrar una faceta novedosa y compleja. Acompañado de nueva plantilla, en la cual se contó a James Murphy (Testament, Obituary) en la segunda guitarra, Terry Blutler en el bajo y Bill Andrews tras la batería (ambos de Massacre), el grupo lució mejor que formidable.
En cuestión a las letras, zafándose de la ficción perniciosa, focalizaron en problemáticas que sellan la cotidianidad: adiós a las imágenes de asesinos dementes y cadáveres sedientos de sangre, hola
predicadores avariciosos que utilizan la religión como una herramienta fácil de enriquecimiento
y denigración del prójimo. Hola caos naturalista oculto en la raíz del comportamiento humano, el horror genético profetizando la extinción; hola lado oscuro y sucio de una
sociedad altanera e indiferente, discriminadora, ignorante y viciosa. La
ponzoña se viste de blanco, sonríe con dentadura blanca y simétrica, peinados perfectos de laca costosa, trajes de marca, cientos de miles de billetes
verdes que enajenan, atiborrándose en el bolsillo de los grasientos y calumniadores.
La personalidad de la banda terminó de definirse en 1990, el 16 de febrero
para ser exactos, con la publicación de Spiritual Healing, cerrando el
primer capítulo de la agrupación nativa de la soleada y calurosa Florida,
curioso que semejante localidad sirviese de cuna para la oscuridad
descarnada del Death Metal. Producido por el mismo Schuldiner junto
con el también legendario Eric Greif, el plato no contiene temas de relleno, cada uno de sus 8 cortes transpira solidez portentosa, un excelente control tras la consola y por supuesto, esta visión renovada de tono lóbrego, esperando soltarse
para decantar cada una de sus apocalípticas historias, tan cercanas a nosotros
que causan un acogedor escalofrío.
Abriendo con la violenta Living Monstrosity, dominada por gigantescos riffs y la rítmica extrema proveniente del Thrash. Los cambios y solos son ejemplo perfecto de la brutalidad innata de la banda, su letra es la genial descripción de una criatura recién nacida que carece de extremidades, ojos y cuyo cerebro partido a la mitad, alberga un odio creciente hacia la humanidad.
Altering the Future es un lento y ominoso eco a los pastosos riffs a la Black Sabbath, combinándose con cambios de tiempo digno de las mejores bandas progresivas, sin perder ápice de malevolencia y ferocidad. Nuevamente, los grandes solos vestidos con efectos de eco lucen su colosal factura en la combinación Schuldiner / Murphy tras las seis cuerdas. La letra toca el aborto, mostrando los clásicos puntos de vista: si acaso se crea vida sólo para destruirla o si detenerla a tiempo, muestra una solución más noble.
Defensive Personalities arranca vertiginosa, con la voz de Chuck a tope y en su mejor momento, sostenida gracias a la acción poderosa de las guitarras y su base rítmica formidable. Entre solos cargados de pasmosa electricidad y la colosal marcha de Andrews, este corte se resuelve como uno de los más pesados y crudos del plato. Su letra, resulta una observación aguda del síndrome de bipolaridad, como una forma de vida y condena dolorosa. Within the Mind es un ataque de tamborileos machacantes, riffs que se detonan como disparos de escopetas y el carraspeo ominoso de Schuldiner, declamando sobre el dolor y la miseria; en este corte de brutal naturalidad, del cual Obituary tomaría ejemplo para su Cause of Death.
En la homónima Spiritual Healing resalta la refinada composición de la banda. Extirpando enormes secuencias de riffs pesados, veloces e impecables cambios de tiempo a efecto de una batería cada vez más brutal, bajo enérgico que se golpea como una vara contra un muro, los reclamos guturales explotan en esta dinámica de intercambio de solos y una breve pero cristalina sección de teclado, cortesía de Greif en persona. La letra, resulta una cuantiosa crítica social, un debate inyectado directo a la consciencia, apersonado en la figura de un predicador de televisión que destila vanidad y avaricia.
Low Life sobresale como una marcha al unísono que juega con el amasijo de texturas variadas: la pesadez de la guitarras se comprime en favor de la velocidad “thrashera”, sin olvidar los formidables solos y el canto doloroso: su letra es otra observación social, acerca de cómo la sociedad olvida al desvalido, lo atormenta, arrastrándolo por un camino de perdición, hasta negarle sus derechos primarios. GeneticReconstruction vuelve a la carga con capas inmensas de riffs y solos magistrales cortesía de Schuldiner / Murphy, considerando la fuerte tormenta en la que la batería se transforma. La letra aborda el tema de la genética, acuñado a la desmedida ambición humana, volcado hacia un pensamiento degenerado que aterra y maravilla por igual. Killing Spree despide el plato con descomunal violencia, iniciándose con una suculenta sucesión de solos y el ataque imprescindible de la sección rítmica, precisa como pesada, en un irascible arrebato envuelto con fuego.
Spiritual Healing es un álbum excelso, marca registrada de la agrupación y del género, previniendo los nuevos cauces por los que Death abundaría con mayores resultados artísticos.
Tracklist:
1.- Living
Monstrosity
2.- Altering the
Future
3.- Defensive
Personalities
4.- Within the
Mind
5.- Spiritual
Healing
6.- Low Life
7.- Genetic
Reconstruction
8.- Killing Spree

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