RUSH – MOVING PICTURES (1981)

 



Llegada la década de los ochenta, el impacto mediático que tuvo el rock progresivo, diez años antes, parecía haberse desvanecido. Otros géneros ganaron reconocimiento popular como el disco, el punk, por supuesto la vertiente innovadora del post punk y sus diversas bifurcaciones. Añadiendo también el new wave y el pop, adicional de los primeros pataleos del hip hop.

Entre la marejada que sepultó los sonidos espaciales y escenificaciones pasmosas, un acto continuaba firme en su trayectoria sin amedrentarse: Rush. Los oriundos de Canadá, cobraron fuerza y popularidad, acondicionando a su estilo elementos de reggae y del mencionado new wave, alimentando las composiciones de su magnífico Permanent Waves. Terminando la gira de promoción, el paso objetivo a seguir, consistió en regresar al estudio para consolidar otro de sus álbumes más representativos: Moving Pictures.

Acompañados por su, hasta entonces inseparable productor Terry Brown, los miembros de Rush volvieron a adherir recursos pop a sus bien identificadas piezas de rock progresivo, enriqueciendo enormemente su desempeño como músicos y dotando de un valor más significativo el álbum en progreso. En principio, este parece una continuación melódica de su plato de un año atrás, con cierta maña para atraer nuevos adeptos mediante piezas más asequibles y menos izadas, eso, sin restarse integridad y fuerza.

Editado el 12 de febrero de 1981, hay pasado 40 años de su aparición. Pensando en la difusión radial (la cual continuaba siendo imperante), Geddy Lee, Alex Lifeson y Neil Peart, mantuvieron el tono amigable y aventurero, desarrollando un nuevo y exitoso rostro, que continuarían experimentando durante toda la década de los ochenta. En el proceso de grabación, la banda utilizó nuevas herramientas en el estudio, desde producir las pistas de manera digital con intención de mantener lo más pulido el sonido de las nuevas canciones; además de manejar diversos micrófonos para la voz e instrumentos, engrandeciendo la atmósfera, de por sí épica.

Moviendo Imágenes” comienza con la infranqueable y clásica Tom Sawyer, enérgico tema donde se conjugan sintetizadores de rock espacial, texturas new wave en la guitarra, incluyendo un muy logrado solo; tanteos de funk en el bajo y buenos compases de jazz. La letra, tal como referencia su nombre, es un rendimiento literario al personaje de la novela de Mark Twain, funcionado como catalizador de un espíritu libre que no se rige ni siquiera con el impulso del viento. 

Red Barchetta es muestra palpable de la excelente interpretación del trio, confluyendo a la par una enérgica guitarra hard rock con una expresiva rítmica progresiva. Sus cambios desprenden diversas atmósferas repartidas con ímpetu y conmoción. El narrador en la letra, descubre un auto prohibido que le pertenece a su tío, para después involucrarse en una vertiginosa carrera futurista. 

La instrumental YYZ desata su complejidad progresiva en un amasijo de arreglos donde lo más ágil del funk, el jazz y el rock pesado habitan en maravilloso equilibrio pop. Es una de las canciones más conocidas de la banda, a pesar de no contar con la participación vocal de Geddy Lee. En Limelight una monstruosa sinceridad aborda inesperadamente al escucha. La letra, aborda más contras que pros de la fama, ser reconocido y perseguido en la calle, por una legión incoherente de fanáticos que buscan un autógrafo. Viéndolo desde la perspectiva del acoso, las guitarras son duras y efervescentes, el bajo se junta con la batería para potencializar el tono pesado, sin opacar las excelentes melodías en la voz, alcanzando texturas magnificentes. Fue el segundo sencillo del plato y uno de los más exitosos en toda la trayectoria de Rush, no siendo para menos, un gran deleite sonoro.

  The Camera Eye con casi once minutos de duración, es un viaje de enérgico rock progresivo con batería portentosa, bajo casi metálico, conjunto a la voz que se engalana de un moderado efecto de eco, y guitarras al punto de la erupción. Aquí los sintetizadores ganan relevancia y aderezan los estribillos, adicional de los amplios pasajes instrumentales. Se trata de una epopeya dividida en dos urbes; Nueva York y Londres, rescatando el caótico escarnio de ambas y transformándolo en un impulso de proporciones épicas.

Witch Hunt es hasta cierto punto, un tema infravalorado que no carece de brío y prodigio. Perteneciendo a una narrativa que Neil Peart emparejaría en piezas posteriores, este es un relato oscuro que exacerba el drama, diversificándose con efectos grandilocuentes de un robusto sintetizador, guitarras duras y compases experimentales. Grande la interpretación de Lee en la voz. Vital Signs culmina el álbum con cierto matiz de paranoia. Regresan los sintetizadores para embarnecer las melodías y las guitarras bifurcan entre el new wave, el hard rock más directo y el reggae. Demostrando que las intenciones musicales de la banda estaban enfocadas ya fuera del progresivo, el bajo es un zumbido constante que complementa el arrojo de la batería. Otra vez, la melodía vocal resulta estupenda.

Si bien, muchos de los elementos progresivos que se encuentran en Moving Pictures, ya parecían en desuso, y fueron mejor explorados durante los setenta, la creatividad y desenvolvimiento de la agrupación es irrefutable. Siendo una escucha necesaria, este álbum desprende una importante sensibilidad que permanece en la memoria del escucha.


Tracklist:

1.- Tom Sawyer

2.- Red Barchetta

3.- YYZ

4.- Limelight

5.- The Camera Eye

6.- Witch Hunt

7.- Vital Signs  

Comentarios

Entradas populares de este blog

DAVID SYLVIAN – BLEMISH (2003)

TALK TALK – IT´S MY LIFE (1984)

LOS TOREROS MUERTOS – 30 AÑOS DE ÉXITOS (1986)