QUEEN – INNUENDO (1991)

 


Durante 1986 sucedió el fantástico Magic Tour, uno de los más exitosos en la ya bien instalada trayectoria de Queen. Aquello fue un desplante épico de música, extravagancia escénica y cercanía casi delirante, entre el respetable y Freddie Mercury, quien mantenía a todos los presentes comiendo de su mano. Sin embargo, la agrupación no imaginó que aquella sería la última vez que pisaban los escenarios con su formación clásica.

Para 1989 y con la salida del también entrañable The Miracle, el cuarteto londinense vislumbró uno de sus momentos más oscuros: la batalla silenciosa que libraba su inigualable frontman contra el sida. Determinados a exprimir hasta la última gota de vitalidad e inspiración, regresaron al estudio en marzo de ese año, para componer y grabar el que sería su indiscutible despedida; la cual no fue sencilla de ninguna forma: con el estado físico y mental de Mercury deteriorándose de forma apresurada, las sesiones se prolongaron por más de un año, hasta finalmente completar la “insinuación” que trataban de comunicar no sólo a sus admiradores más arraigados, sino a todo el mundo y Freddie Mercury deseaba que su voz fuese ineludiblemente escuchada.

Con toda intención de realizar un álbum de sonido “gigante”, Queen enfatizó en devolver a sus nuevas composiciones el carácter sinfónico de sus inicios, ecos de un pasado que prometía lujo y espectacularidad, una mordaz fuerza teatral que se inmiscuyera en las entrañas del escucha, removiendo sus órganos para clavarse de lleno en su corazón. De cierta forma, Innuendo es una dramática continuación de The Miracle, pero extra pasteurizada de locuciones pop. Con una concepción difícil, los sentimientos afloran en una insondable melancolía, se viste con risas delirantes, muchas lágrimas y melodías geniales de albor frenético.

Lanzado al mercado el 4 de febrero de 1991, estamos muy a tiempo de hacer una honrosa capitulación de la placa, última del cantante, aun con vida. Reclutaron de nuevo a David Richards para compartir labores de producción técnica de estudio, grabando con las mejores innovaciones del momento, con tal de obtener los resultados esperados. La experiencia ganada con los años fue impresa hasta lograr piezas memorables. Acreditando autoralmente a toda la agrupación, como muestra de solidaridad interna, el guitarrista Brian May, el baterista Roger Taylor y el bajista John Deacon, estuvieron muy pendientes y ayudaron en todo momento a Mercury, quien en más de una ocasión se vio incapacitado para comunicarse con ellos.

El plato abre con la homónima Innuendo, épica e intensa, embarneciendo sus arreglos de reminiscencia al rock progresivo con acordes ascendentes de heavy metal. La voz casi heroica de Mercury, enuncia una letra compuesta por él y Taylor, valiente existencialismo luminiscente, dividiendo el corte en tres partes, cuya sección media añade un magnifico solo de guitarra española cortesía del mismísimo Steve Howe de Yes, recordando por momentos la estructura operística de Bohemian Rhapsosy

Innuendo

I´m Going Slightly Mad presenta una de las mejores interpretaciones del cantante, quien se esforzó para concluir su grabación, ensalzando la enorme capacidad de su voz. Es una pieza que sin duda, enarbola un fuerte dramatismo pop, disponiendo de diversos sintetizadores, las guitarras permanecen estratégicamente ocultas, estallando en un eficaz solo y cuya letra evoca una caída inminente en la demencia con fraseos aparentemente divertidos, evocan el lado más sombrío de la enfermedad.

I´m Going Slightly Mad

Headlong muestra la vena más dura de la banda, logrando un corte auténtico y melódico, colmado de potentes riffs vertiginosos y pesados, la batería galopa incansable, mediando con versos que atrapan y engalanados de una poderosa sensibilidad, esta composición de Brian May, es un hard rock sin desperdicio. 

Headlong

I Can´t Live With You eminentemente de May, es un rock mucho más asequible con guitarras fuertes y una cama de teclados coloridos, las voces corales son incuestionablemente de Queen, estableciendo un sube y baja de emociones contradictorias e irremediablemente divertidas. Don´t Try So Hard es una poderosa yo melancólica balada, compuesta inicialmente por John Deacon y completada por Mercury, tiene un cálido sintetizador, circunspectas capas de guitarra y batería explosiva. El cantante lanza con toda potencia su voz hacia lo alto, incursionando con un efecto de eco, dotada con varios efectos para alcanzar un resultado heartbreaking. En Ridethe Wild Wind los ímpetus se despabilan con esta canción de rock pegajoso de Roger Taylor. Se percibe una atmósfera espaciosa, guitarras fluidas, diligentes sintetizadores y un bajo hondo, se añaden grabaciones de autos de carreras, cosa muy al gusto del baterista. All God´s People es un redoble sinfónico, armoniosamente altivo. Los teclados eminentes fueron tocados por el amigo de la banda, Mike Moran, aderezando con un solo de guitarra colorido y ritmos cadenciosos. La letra desviste la incapacidad del ser humano por mantenerse en paz, aludiendo a Dios, como principal catalizador. 

These Are the Days of Our Lives es uno de los temas más emotivos en toda la discografía de Queen. Musicalmente compuesta por Taylor y con letra, parcialmente escrita con Mercury, saltan al oído sus percusiones de congas y sintetizadores de cálido matiz, este es un mensaje reflexivo y dulce, minimizando los problemas en la vida para dejarle campo libre al amor. Los acordes de May en la guitarra integran la atmósfera lacrimógena gracias a su solo de blues condensado. 

These Are the Days of Our Lives

Delilah resulta una bella y cariñosa remembranza a las mascotas felinas de Mercury. Dominada por teclados y percusiones, el vocalista nos regala un gracioso y acomedido esfuerzo que conmueve. The Hitman es un ataque de heavy metal sin concesión para los oídos. May domina en este furioso tema con enérgicos riffs, una batería que se digiere pesada, mientras el bajo se revela metálico e inquebrantable. Mercury desata un trabajo vocal desafiante, escupiendo tonalidades de metralla y relámpagos. En Bijou la guitarra de May desdobla con grandiosos solos, cuyo eco resuenan en lo mejor de Santana. Sensible y edulcorada con una agradable cama de teclados, Mercury aparece decantando un apasionado manifiesto de amor. El plato cierra con una de las piezas más conocidas de la agrupación: la inconmensurable The Show Must Go On, cuya resonancia no podría ser más atrevida, briosa y encantadora. Compuesta por los cuatro integrantes, inicia con teclados que chorrean drama, resaltando la vocalización contundente de Mercury, quien en sus últimas, plasmó un registro mejor que digno.

The Show Must Go On

Innuendo concluyó (parcialmente) una de las carreras mejor logradas y más exitosas en la historia del rock. Si bien Freddie Mercury falleció meses después, la resonancia de su trabajo enmarcó un legado que nadie ha logrado equiparar. Este es un álbum que destella carisma, confrontando sus enigmas con los tiempos tribulados que nos tocan vivir.



Tracklist:

1.- Innuendo

2.- I´m Going Slightly Mad

3.- Headlong

4.- I Can´t Live with You

5.- Don´t Try So Hard

6.- Ride the Wild Wind

7.- All God´s People

8.- These Are the Days of Our Lives

9.- Delilah

10.- The Hitman

11.- Bijou

12.- The Show Must Go On

Álbum completo en YouTube y Spotify 😄🤡

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