LAURIE ANDERSON – BIG SCIENCE (1982)
Uno de los objetivos del artista en general, es encontrar la forma efectiva
de expresarse a sí mismo, para comprender la cantidad titánica de tribulaciones
que acosan su mente y alma. La tarea no es cosa simple, sobre
todo, cuando los intereses y expresividad no se rigen por las medias
establecidas de la sociedad, convirtiendo esta búsqueda en una travesía que en muchas ocasiones,
cruza por campos minados y senderos borrascosos.
Laurie Anderson es una artista en toda regla: como compositora y multiinstrumentalista, ha incursionado tanto en el performance, el arte del noise y la música experimental, desempeñándose como escritora y productora de televisión, además, de ser poeta por excelencia. Sobra decir, que dentro de su transcurso vital, encontró un hombre a quien consideró su alma gemela, Lou Reed; formalizando un matrimonio variopinto, hasta la muerte de éste en 2013.
Sus intereses musicales se encuentran en miras de la vanguardia, conectando la escenificación
de la poesía y la palabra hablada a una estructura de canción, en este caso, y contextualizando los
primeros años de la década de los ochenta, una incursión efectiva en la música electrónica y los sintetizadores. “Gran Ciencia” encaja a
la perfección dentro del art rock, lo minimalista experimental y el synth
dance, formalizándose como una obra maestra innegable. Y su caso es por demás
curioso, ya que el álbum no cuenta con las capacidades radiales para colocarse
en las listas de éxitos, sin embargo, su único sencillo lo logró.
Editado el 19 de abril de 1982, las grabaciones conllevaron una impresionante lista de instrumentos que incluyó sintetizadores, saxofones, clarinetes, percusiones electrónicas y programadas, una suerte de arreglos para cuerdas escritas por Anderson misma, además, sus letras de constitución existencialista y sinceramente absurda.
Resulta fácil caer con la marcha hipnótica de art rock en From the Air, sus percusiones militantes, esas preciosas atmósferas de gélido sintetizador, saxos de activas figuras y la voz mecánica de Laurie, quien desviste un instructivo concienzudo para abordar la vida.
Big Science inicia con un aullido, volcándose casi enseguida en una copiosa atmósfera de sintetizadores melancólicos y vocalizaciones sensitivas, algo que podría recordarnos a las futuras melodías de una serena Kate Bush o los susurros amenazantes de Björk. Los fraseos asemejan las contestaciones de un conmutador telefónico automatizado, sin embargo, aquí hay un factor idiosincrásico: la letra es una depuración del presenta a través de sensaciones e imágenes de un futuro superior.
Sweaters es un craso experimento cuya repercusión puede ser no del todo favorable. Cuando menos, chocante. Encontramos diversos redobles de percusión órganica, gaitas interpretadas por Rufus Harley, cuya esencia sonora choca de frente con el áspero canto. La también breve Walkingand Falling echa mano del spoken word, manteniendo muy tenue las texturas de los sintetizadores, como si interpretaran varias flautas apagadas, ocasionando que el tema no trascienda a plenitud. Born, Never Asked, es de lejos un tema oscuro pero elegante, transmitiendo cierta luminiscencia gracias a la hipnótica ejecución de las cuerdas, esos teclados gruesos y la cristalina percusión.
O Superman es la ejemplificación ideal del éxito a partir de la extrañeza. El tema logró ingresar a las principales listas en Reino Unido, adicional de ser transmitida con frecuencia por el gurú de la radio inglesa, John Peel. Casi ocho minutos y medio de experimentación progresiva-robótica, ejecución minimalista y arreglos holgados de sintetizador acompañándose con sonidos pregrabados. Habría que resaltar la cualidad literaria de la letra, una especie de pastiche estructurado, destilando las cualidades de una máquina que se eleva a consciencia humana; y por supuesto, funciona, en gran medida por las vocalizaciones sensitivas y distantemente emocionales de Laurie.
Example #22 el sentido de experimentar con la vanguardia no disminuye, teniendo como principal eje, ambientaciones electrónicas, excelentes saxofones, cuerdas y parajes más ambientales, muy al estilo deBrian Eno, menguando entre una marcha discreta y movida de krautrock, que se adereza con momentos más empantanados, recordando a los extraños trabajos de Yoko Ono. Let X=X es un armado de art punk, muy enrarecido para los ochenta: su tenue cama de sintetizadores es sobrecargado con trompetas y percusiones somníferas, las vocales son transformadas en una computadora muy sociable. La divertida It Tango mantiene el trabajo de las trompetas en tanto la voz de Laurie se suelta de los filtros, codificándose con sensualidad, utilizando marimbas y capas de sintetizador.
Walk the Dog es impugnable evidencia de la característica atemporal del álbum: con casi cuarenta años mantiene una esencia tan actual, voluntariosamente fuerte, experimental, profunda e inteligente.
Big Science es un álbum que permite sabernos intelectuales, en tanto desentrañamos, a través de escuchas continuas, la riqueza contenida cada uno de sus temas; y claro, Laurie Anderson resulta tan espectacular, que no deja de sorprender en cada trabajo que lleva su firma.
Tracklist:
1.- From the Aire
2.- Big Science
3.- Sweaters
4.- Walking and Falling
5.- Born, Never Asked
6.- O Superman
7.- Example #22
8.- Let X=X
9.- It Tango
10.- Walk the Dog
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