JANE´S ADDICTION – RITUAL DE LO HABITUAL (1990)

 



Pocas agrupaciones han mostrado un rostro tan peculiar dentro del rock como Jane´s Addicion. Adjetivarlos en el subgénero de lo “alternativo”, podría sugerir un autentico doble discurso, tanto en el matiz de su estética musical, como en la esencia de sus participantes: liderada por el vocalista Perry Farrell e integrada por Dave Navarro en la guitarra, Stephen Perkins en la batería y Eric Avery en el bajo, fueron causal y testigos de la malevolencia con la que el entorno urbano se cruza con una encantadora decadencia.

alternativamente polifacéticos

Con la intención de provocar mediante una revolución sutil, un aspecto dominante en la esencia de su personalidad como agrupación, indagaron por el significante oscuro de la verdad a través de la dupla dramática de lo apolíneo y dionisíaco. Gracias a este rubro discordante, su música sirvió como instrumento poderoso, apenas domesticada por el arte, virando entre lo sofisticado, lo trash & kitch, hundiéndose con gusto y sin pavor.

Contando con un álbum homónimo grabado en vivo en 1987, su primer carta de presentación, puede vislumbrarse el lustroso desgarro de la banda, maximizado en su primer álbum de estudio, el magnífico Nothing´s Shocking, donde fluye el oscuro y libertino estilo de vida del vocalista Farrell, edulcorado por una mezcla de influencias que viajan desde el salvajismo subterráneo de Lou Reed y los Velvet Underground, hasta la pesadez contundente de Led Zeppelin.


Y coronando inevitablemente la trayectoria la banda, muy corta hasta ese momento, el 21 de agosto de 1990, fue editado su segundo opus, una obra de concesiones extrañas, un vistazo exquisito al abismo, el toque rabioso de la consciencia torcida que observa tras del espejo. Ritual de lo Habitual es una experiencia cercana a un sueño lucido, mezcla siniestra de crudeza musical y mugrientas crónicas que sirviéndose como tour de force: entremezcla de temas variopintos como el esoterismo, el sexo, la picares y la muerte.

Empoderados en calidad de artistas malditos, los miembros de la banda mostraron su carácter más aguerrido y brutal en las canciones seleccionadas para conformar el plato, brindando un giro sorprendente a las texturas coagulas del rock. Paradójicamente, este álbum sirvió para consolidarlos en el mainstream, como un adelanto palpable y fidedigno, de la nación alternativa que finalmente estalló el año siguiente con el Nevermind de Nirvana.

"rockeros malditos"

La grabación no fue del todo normal. Farrell y compañía, asistieron en días y horarios escalonados evitando encontrarse, por dos razones: entre los problemas internos, y la intención de dotarle una esencia experimental a la producción. Labor que no fue sencilla para el productor Dave Jerden, quien trabajaría posteriormente con Alice in Chains y The Offspring.

La primer mitad del álbum, manteniene una tendencia al rock duro, abriendo con un mensaje críptico y doblado al español, elemento indiscutiblemente pirotécnico: “Señores y señoras, nosotros tenemos más influencia con sus hijos que tú tiene. Pero los queremos, creado y regado de los Ángeles, Juanas Adicción…” dando paso al riff y ritmos funk enérgico de Stop! aunado a vocalizaciones enloquecidas que viran hacia un sentido poético y delirante hacia el mundo de las drogas.

Stop!

No One Leaving es otro ataque funk, preciso y duro gracias a las rocambolescas piruetas guitarrísticas de Navarro, permitiendo a Farrell desenrollar todo su vicioso estatuto. Ain´t No Right mantienen a tope las percusiones, abriendo cavernosa, otorgando dramatismo y misterio hedonista; a lo que su línea de bajo suelta una marejada de riffs que viran entre el heavy metal y el funk a lo Red Hot Chili Peppers. La letra cuando menos curiosa, entreteje un quejido por las bifurcaciones sensoriales bajo el efecto de las drogas. Obvious es una pieza que alarga magistralmente los malabarismos de la guitarra, mientras la batería marca un trote afanoso, aderezándose con una línea de piano que brilla desde su trinchera, embarneciendo la voz hacia latitudes casi espaciales; permitiendo exista cierta epicidad progresiva. Been Caught Stealing es sin duda, el sencillo más recordado del plato. Pieza divertida y sórdida, comienza con el ladrido de unos perros, la guitarra de Navarro se desvive entre riffs duros, Farrell da uno de sus mejores trabajos vocales, donde su letra narra la historia de un sujeto travestido que gusta de hurtar comestibles y lencería, hasta que finalmente es arrestado.

 Been Caught Stealing

Three Days es épica, oscura, una mezcla de rubor místico y lucimiento gótico, con líneas de bajo envolvente, batería rijosa y guitarras titánicas. Farrell inicia susurrando y sensible, hasta convertirse en un dios sexual, violento que lanza desgarradores rugidos como si de relámpagos se tratarán. La letra se desdobla como una anécdota de sexo y drogas al punto de lo orgiástico: sus personajes, el mismo Farrell, su novia Casey Nicolli y su amiga Xiola Bleu, encerrados en el departamento del primero, degustando de la carnalidad consumada. Nuevamente, el fantasma progresivo pasea su textura por este ritual sónico de diez minutos encarnizados.

Three Days en vivo 

Then She Did… muestra un lado del rostro desenfrenado de la agrupación que no habíamos visto: inherente melancólica, la pieza es una hermosa y extraña balada, dedicada a la madre de Farrell, quien narra su suicidio cuando él era muy pequeño. La guitarra es un vuelco hacia la negrura, permitiendo respirar un discreto violín, que otorga más sensibilidad a su tragedia. Of Course rescata el violín escondido de la pieza anterior, para colocarlo como instrumento dirigente, bailando entre surcos arabescos con percusiones acomedidas. La guitarra crea una pauta fantasmagórica, abrigado por el yugo omnipresente del bajo de Avery. Classic Girl es otra balada que se decanta por el dolor. Luminosa y triste, Farrell canta sobre la desaparecida Xiola, sobre la sección rítmica gigante, aunque contenida, en tanto el arreglo de la guitarra propina un abanico de emociones meditabundas.

A casi treinta años de la aparición de este ritual, es posible apreciar que se trata de un viaje ritualístico hacia los adentros de una consciencia maltratada, sedienta por experimentar nuevas sensaciones, exorcizar sus demonios y luchar en pos, de un nuevo estado de arte y realización.

La portada, elaborada enteramente por Farrell con papel mache y plastilina, retrata explícitamente el contenido erótico en Three Days, causando polémica por sus desnudos frontales. Lo cual partió este álbum en dos versiones, una con la carátula original, para entendidos de cepa, y otra blanca con el nombre del álbum y la banda, adicional de un estatuto acerca de la libertad de expresión, únicamente apta para mojigatos.


Tracklist:

1.- Stop!




5.- Been Caught Stealing





Álbum completo en YouTube y Spotify 👅

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