CAN – MONSTER MOVIE (1969)

 

Resultado de una descarga de inspiración y vanguardia, el primer álbum del grupo de rock, Can, devino en uno de los debuts más estremecedores de la música alemana. Integrado por cuatro piezas a partir de la disonancia, partiendo de una batería mecanizada, precisas pisadas de bajo, conjuntando una tupida pared de ruido. El grupo fundado por el guitarrista Michael Karoli, el tecladista Irmin Schmidt, el bajista Holger Czukay, junto con el baterista Jaki Liebezeit, coronaron los conocimientos adquiridos del mismísimo Karlheinz Stockhausen, de quien Schmidt y Czukay fueron alumnos, en su vasta tradición de estridencia y música electrónica, al influjo novedoso del rock n´roll transgresor de la época, en la vena de The Velvet Underground y Frank Zappa, mezclando blues rasposo, free jazz innovador à la Miles Davis en In a Silent Way y mucho rock psicodélico, elemento que los hermanó, brevemente, con el sonido de Pink Floyd a finales de los sesenta.   

No tardaron para encontrar una voz que concatenara sus largas improvisaciones instrumentales, en presencia del cantante y poeta americano Malcolm Mooney, finalizando el molde épico e insólito de lo que presentarían al mundo, como Monster Movie. Lanzado en agosto de 1969, este opus es una lección imperiosa de libre albedrío. Conduciendo a sus contemporáneos alemanes con cierta influencia, para integrar un género distinguible del rock ácido y del incipiente progresivo inglés: Alemania inauguraba el Krautrock, termino si bien despectivo, ellos lo abrazaron con fuerza semejante a la de brutales forajidos.  

El plato abre con Father Cannot Yell, llena con teclados imperiosos y percusiones robóticas, guitarras afiladas y vocalizaciones desafiantes, focalizando su atmósfera sobrecogedora de siete minutos, en un acto que presagiaría el fúrico titán del post punk, diez años antes de concebirse. Mary, Mary so Contrary es una pieza que rebosa en euforia, logrando un tempestuoso clímax sónico, largamente imitado, tanto por las reiteraciones cacofónicas de su letra, una especie de rima infantil británica, como en su caótico despliegue instrumental, donde los teclados brillan nuevamente, destilando arrojo a través del bajo monstruoso. La vorágine de sensaciones inconmensurables continua con la rabiosa Outside my Door, iniciando como rock de garage que no dista mucho del sonido árido de los Rolling Stones y el dramatismo intenso de los Doors, y giros rocambolescos de los Who, su armónica fluye incisiva, abriendo la puerta hacia un paraje hostil que no escatima en el tiempo para  transformarse en un vaivén de retroalimentación y explosiones sonoras, voces desgarradas luciéndose sobre la atmósfera corrosiva, ecos que transfieren los estados de la consciencia hasta el fin de los días: una visión dominada por ceniza y lava. Como última fase de este daimónico viaje, la pista conclusiva de veinte minutos You Doo Right, considerada la joya de la corona, central e imperdible, es un galope musical desbordado de corduras alteradas, un fuerte anticipo del camino donde Can transitaría en sus andanzas sónicas. Esta canción, condensa en su estructura deliberadamente encauzada hacia la improvisación, manifiesta paredes de ruido y reverberaciones, una exploración hipnótica y minimalista hacia el espacio interior, desafiante como Sister Ray de los Velvet Underground y apocalíptica en su haber, como Gimme Shelter de los Stones.

Como dato protocolario, la portada del álbum es vestida por una figura inspirada en Galactus, personaje de Marvel Comics, una especie de animada anticipación del coloso musical que espera ser liberado a través de un par de bocinas o audífonos, con el volumen muy alto. 



Tracklist:

1.- Father Cannot Yell

2.- Mary, Mary So Contrary

3.- Outside my Door

4.- Yoo Doo Right

Comentarios

Entradas populares de este blog

DAVID SYLVIAN – BLEMISH (2003)

TALK TALK – IT´S MY LIFE (1984)

LOS TOREROS MUERTOS – 30 AÑOS DE ÉXITOS (1986)