TERRORIZER – WORLD DOWNFALL (1989)
A treinta años de haberse editado, el primer álbum de la banda de
grindcore, Terrorizer, parece más una pincelada fresca de sangre todavía
escurriendo, que una cicatriz mal curada. Salvaje e inmediato, “After World
Obliterarion” abre con un ataque sónico sin contemplaciones, muestra
factible de los poderosos riff que se avecinan sobre el escucha, bloqueando
toda oportunidad para respirar. Con una mezcla por demás cercana a la
perfección, World Downfall, es poder bruto, legado directo del mismo
abastecimiento feroz y descarnado, cortesía de las bandas pioneras del género (Napalm
Death y Carcass).
Oriundos de Los Angeles, California, Terrorizer arrebata todo
reflector dentro de la escena para centrarlo en su demoledor trabajo, uno de
los álbumes que mejor exponen la fuerza del metal, volviéndose inmediatamente
referente, tal como sucediese con Scum y Reek of Putrefaction, inigualables
joyas. Canciones como “Storm of Strees”, "Condemned system"
y "World Downfall" son el retrato nauseabundo, referente a la
situación actual del mundo, tan sometido por el conflicto, drenando la
sensación constante de hecatombe y ritos finales, el cause casi maldito de una
psique humana peligrosamente dañada y cuyo destino es consumirse lentamente
dentro su propia mierda. Este es el abominable soundtrack de la
devastación, puntual y sin adulación de la violencia, enajenación, el caos y la
crisis; temas que se disgregan a través del asesinato y la tortura, visto con
un ojo pernicioso pero ecuánime, y sucede justamente en la música, compacta,
veloz, bestial, donde el factor catártico se decanta, sublevándose contra la
política que estimula la guerra y esta propicia la destrucción, conjugando todo
tipo de herramientas como armas nucleares y demás imaginario mortal. Worl
Downfall concretó el descenso de todos los temores, el odio y el ímpetu
juvenil, dentro de un plato cuya duración apenas y rebasa los 35 minutos. La
agrupación, se conformó en aquel entonces, por el vocalista Oscar García,
el guitarrista Jesse Pintado y el baterista Pete Sandoval, así
como David Vincent, ayudando en el bajo, ocupándose también de la
producción y dos años más tarde, del Abominations of Desolation de Morbid
Angel.
Gracias a su característico blast beat, cada una de las canciones adquiere
personalidad propia, furiosas en su rango devastador, clásicos como “Enslaved
by Propaganda” “Need to live”, “Whirlwind Struggle” y “Human
Prey”, alcanzan un clímax despiadado y caótico, perdurando en la memoria
hasta realizarse en material gozoso, único e inminentemente atemporal.
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