STEVEN WILSON – INSURGENTES (2009)
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Ante una prolífica trayectoria guiando Porcupine Tree, Steven Wilson, músico y compositor británico, se embarcó en una nueva experiencia autoral, donde, según su testimonio, hacía tiempo mantenía la intención de llevar a cabo un proyecto donde obtuviese la independencia de explorar un sendero novedoso, basándose en sus influencias.
Después de su visita inicial a México, como parte de la segunda fase de la gira del álbum Fear of a Black Planet de Porcupine Tree, la inspiración e impulso llegaron al músico para iniciar las grabaciones del primer opus: Insurgentes, nombrado así por el acto de disidencia ejecutada por el ejército que luchó en la guerra de independencia de México, y cuya avenida principal es también la más extensa.
Este es un álbum crepuscular, una mezcla extraña como intrigante, surgida de las cabriolas más diáfanas del rock progresivo aderezada con los sonidos meditabundos y espectrales del post punk. Durante enero y agosto de 2008, Wilson visitó diversos países para concretar la grabación y permitir al álbum adquirir un carácter universal, llevándose entre la Ciudad de México, Israel y Japón. Inicialmente lanzado en noviembre de ese año, bajo una edición especial de lujo limitada a 3000 copias, conteniendo dos compact discs y un dvd de audio, con todo el álbum mezclado en sonido 5.1, piezas adicionales y un adelanto de la película/documental homónima del álbum, adicional un libro de pasta dura con 120 páginas. Con un estreno oficial ocurrido hasta febrero de 2009, Insurgentes posee una personalidad de sus sonidos atmosféricos y contemplativos, aludiendo a texturas de las que Steven, siendo adolescente, fue admirador y gustoso escucha. De carácter íntimo, las canciones exploran de manera catártica, temas como la soledad, el dolor, la ira, el abandono y la confusión. Musicalmente, posee atmósferas que lo orientan hacia el noise y el drone, poderosas acrobacias de guitarra y ambientaciones melancólicas impregnan con veracidad la astucia compositiva de Wilson, quien evita caer en la pomposidad para refugiarse en la penumbra. Decantando los fantasmas de Joy Division, The Cure, Siouxsie and the Banshees, Wire, Magazine, Public Image Ltd., y Cocteau Twins; aunque también remite fuertes ecos a King Crimson, Rush y Pink Floyd.
Comenzando la escucha con “Harmony Korine”, tema que inicia evanescente hasta solidificarse con la base rítmica, precisa, guitarras etéreas y la voz de Wilson decantando los sin sabores de una realidad árida y oscura en la letra. Es la pieza más cercana al sonido de Porcupine Tree, con melódica entre versos y estallando en su coro. Cabe mencionar el estupendo videoclip dirigido por Lasee Hoile, angustioso y onírico, así como el nombre de la canción, venido del director y guionista estadounidense de cine independiente.
Después del estallido, comienza de inmediato “Abandoner”, meditabunda y oscura, con ritmos electrónicos y samples, muy cercano al mejor trip-hop, una guitarra acústica que acompaña a las vocales incorpóreas y los teclados que transportan a parajes ensoñados y melancólicos, hasta quebrarse con una maniobra astuta: un bombazo de ruido que permite rugir al monstruo.
“Salvaging” es la pieza más cercana al rock industrial, con guitarras creando densas capas de ruido, la voz fantasmal y ritmos acompasados, contundente y sorpresiva, ya que remite a un momento de fúnebre calma, antes de concluir, la fusión animosa entre Joy Division y King Crimson. “Veneno para las Hadas”, nombre que toma prestado de la película de horror mexicana dirigida por Carlos Enrique Taboada, es una pieza contemplativa y calma, casi instrumental que se acompaña de un piano sombrío y arreglos de cuerda que remiten a un ocaso frío e inminente.
“No Twilight Within the Courts of the Sun”, es la pista más extensa y enérgica del plato, remitiendo en segundos tanto a Crimson como a Floyd: una metralla de salvajes solos de guitarra y percusiones furiosas, aderezada por instantes más calmos que enardecen un misterio luminoso y a la vez nebuloso.
“Significant Other”, tema que transpira una sacudida diáfana con forme a sus guitarras melódicas, virando entre un mar sereno y la tempestad que acecha a la distancia, en tanto la noche parece haber quebrado cualquier vestigio de luz. “Only Child” es mucho más digerible para el escucha casual, con ritmos bien marcados, guitarras espasmódicas de riffs duros, electica y experimental, como mirar desde el interior de una cueva de cristal, un exterior taciturno.
“Twilight Coda” es un breve dejo instrumental un crepúsculo real debatido entre texturas de guitarra y sintetizador y esbeltos arreglos de cuerda y piano. “Get All you Deserve” arranca lenta, melancólica, piano eléctrico y las vocales delicadas de Wilson, un arrebato casi minimalista que desea todo lo que en apariencia merece y resulta en un anhelo imposible y angustioso, sólo para concluir en una explosión de distorsión y ruido.
“Insurgentes”, canción que da nombre al opus, brota
desde la estirpe más solemne, una escolta nostálgica de piano, el momento
cuando la decepcionante vigilia se desvanece entre una tempestad onírica, la
rebeldía despidiéndose al saber concluida su labor.
Insurgentes, es la espada en la piedra que espera ser puesta en libertad. Su potencial creativo fluye a través del imaginario compositivo de Steven Wilson y cuya eficacia, recae en honrar sus influencias, situación que continuaría alimentado sus trabajos siguientes.
1.- Harmony Korine
2.- Abandoner
3.- Salvaging
5.- No Twilight Within the Courts of the Sun
7.- Only Child
8.- Twilight Coda
9.- Get All Your Deserve
10.- Insurgentes
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