SLY & THE FAMILY STONE – STAND! (1969)

 

En todas las culturas humanas, se tiene evidencia de una sed curiosa, un interés constante por conocer, expresar y experimentar. De esto se alimenta el arte, un rígido porvenir de acrobacias asombrosas, el secreto a voces de la más auténtica revelación del hacer humano. Uno de estos recursos que se ha utilizado para ventilar las marejadas de emociones con semejante fortaleza que el choque de un meteorito sobre la corteza terrestre, es la música. Medio de expresión y lenguaje universal. Instrumento de melodías y ritmos que la conforman, y de igual forma, voces que han denunciado innumerables ocasiones esa misma sed que la inspira. El caso de la presenta reseña, trae una de las agrupaciones más legendarias del soul y el funk, aderezados fuertemente por una densa cortina de psicodelia, Sly & The Family Stone. Agrupación liderada por Sylvester Stewart, alias Sly Stone, personaje por demás entrañable, carismático músico multi-instrumentista, que fuese acompañado por un excelente y no menos excéntrico puño de valiosos participes, cuyos talentos estuvieron a disposición de su líder, para conjugar un sonido de soul psicodélico, muy inspirado en James Brown y por otra banda afín, Parliament.

Stand! Es el tercer álbum de este conjunto, tan divertido como divergente, pináculo en estilo y personalidad, este plato es una especie de culminación para la banda, quienes alcanzaron un grado de madurez musical significativo. Estilizado y entusiasta, lleno con percusiones alocadas, saxofones acrobáticos y vocales festivas, las guitarras brindan esa capa deliciosa de psicodelia edulcorada con sorpresivos teclados, elementos que se mezclan para lograr ritmos profundos y melodías irresistibles; a las que claramente, la música disco debe mucho. Grabado mayormente en San Francisco, el álbum es una fusión nutrida y superpoderosa de jazz, funk, soul, rock y psicodelia, la cual arranca con la homónima "Stand!" irrefrenablemente festiva y encausada hacia la justicia racial en su letra, reiterada por los arreglos de metales y la constante percusión cuyo trote corta de inmediato el aliento. La siguiente parada es “Don´t call me nigger, whitey”, un intenso jam que de inmediato llama a la acción, una declaración de igualdad condicionada bajo la instrumentación soberbia, ruidosa, subversiva para algunas consciencias y muy divertida. “I want to take you higher” resulta en una pieza memorable, estructurada de manera coral para intercalar la voz principal, está repleta con solos instrumentales que amenizan la fiesta, en tanto el espíritu se deja arrastrar por la euforia sónica de texturas poco visitadas. “Somebody´s watching you” es un breve descanso, una bonita canción de percusiones precisas y metales divertidos, además del solo de guitarra breve pero eficiente, conjuntos a un desfile vocales muy estilizados, a pesar de su calma, la letra retrata una paranoica sensación de la que no escapa fácilmente. “Sing a simple song” viene a explotar la auténtica esencia funk de la agrupación, fuerte y grandilocuente, la canción es rica en sonoridades y vocales, siendo contundente desde su haber, esta no es una simple canción, sino una Gran Canción. “Everyday People” el absoluto hit single del álbum, oda a la unidad y el igualitarismo entre razas y géneros, es una canción inteligente y afable para el radio, con ritmos mucho más apegados al pop, este es un soul pausado y juguetón, una melodía plausible para reuniones familiares o en juergas, siempre y cuando la intención sea corearla a pulmón pelado. “Sex Machine” es el momento más glorioso del álbum, otro jam de esencia omnipresente, destilando centellas, casi epopéyica, que, si bien arranca despacio, no carece de misterio, cuya mortaja se desprende a la brevedad, revelando ese magnetismo suntuoso y animal, con los instrumentos en llamas y la identidad al borde del colapso, la sofisticación se coloca de rodillas y espera fusionarse entre la espesura de los ritmos funk más experimentales de la época. Finalmente, “You can make it if you try” es la perla que adorna de forma brillante la corona, una forma arrebatadora de concluir el festejo, prometiendo igualmente, que el ánimo perdura, no se termina y la fiesta sigue en el próximo álbum.



Tracklist:

1.- Stand! 

2.- Don´t Call Me Nigger, Whitey

3.- I Want to Take You Higher

4.- Somebody´s Watching You

5.- Sing a Simple Song

6.- Everyday People

7.- Sex Machine

8.- You Can Make it If You Try

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