PASSION ROCKS

  El primer opus de Led Zeppelin significó en la historia del rock (y de la música), una irrupción totalitaria de blues, rock duro y virtuosismo, pocos álbumes debut han alcanzado ese nivel de importancia y solidez para mantenerse frescos a través de los años. Meses después, encarrerados por el éxito y la inspiración, los integrantes de Zeppelin iniciaron las grabaciones de su segundo larga duración. Editado por vez primera el 22 de octubre en los Estados Unidos y en Reino Unido nueve días después, las sesiones se realizaron a fuerza de necesidad y evocación de diligencia súbita, terminado prácticamente al vapor durante su gira americana.  Led Zeppelin II muestra la evolución lógica e irrebatible, la perfecta continuación a su trayectoria emergente. Alejado de la contemplación blusera, el ánimo de espontaneidad mostrado en los solos de Jimmy Page abrió paso a composiciones furiosas y elaboradas que no perdieron ápice de calidad. El fantástico desenvolvimiento de los demás integrante

  Prevalecer al paso cansino de las décadas requiere una labor en ocasiones extraordinaria. Esta temática permea el primer opus de la agrupación inglesa King Crimson . Editado el 10 de octubre de 1969, álbum que marcó una trayectoria  legendaria que aún perdura, además de servir como banderazo inaugural para toda la tradición del rock progresivo. La  primera alineación del grupo estuvo integrada por Robert Fripp en la guitarra (su líder indiscutible), Ian McDonald en saxofón, flauta, clarinete, teclados y mellotrón, Greg Lake interpretando el bajo y fungiendo como cantante, Michael Giles como baterista y Peter Sinfield , como letrista, encausando su escritura hacia una esencia de bella inmolación.  La formación original El álbum en sí, estaba influido por sucesos como la guerra de vietnam, la brecha generacional que incurría como un factor social relevante, inquietudes y una sensación amenazante de pavor que servía de alimento de todos los días; manejando una oscura retórica dual d

  Celebrando el veinte aniversario del álbum que terminó por definir el sonido, y catapultó la fama de una de las bandas de rock más importantes en la actualidad. El 2 de noviembre de 1999, vio la luz el tercer opus de la banda comandada por Dave Grohl (mayor presentación no es requerida). Después de un debut, que todavía arrastraba la rasposidad grunge de Nirvana y un segundo álbum de ánimos punk soberbios (el brillante The Colour and the Shape del ´97), Grohl y compañia ( Nate Mendel en el bajo y el recién ingresado Taylor Hawkins en la bataca) se mudaron a una casa adquirida por Dave en Virginia, donde establecieron un estudio de grabación en el sótano con vastas comodidades (todos los días después de grabar, preparaban una barbacoa), y se empeñaron en componer El Álbum de su carrera. en el sótano durante las grabaciones En varios sentidos, este " No queda nada que perder " lo es, contando con grandes guitarras, aguerridas y contundentes (grabadas todas por el lí