QUEENS OF THE STONE AGE – SONGS FOR THE DEAF (2002)
El mayor regalo que Queens of the Stone Age le brindó al mainstream musical, fue adherir en sus chats las virtudes adictivas del rock desértico y “pacheco”. Una inmersión extraña dentro de la cultura pop, sobre todo en los primeros años de los dos miles donde las boy bands y Britney Spears gozaban de un nivel de dominación mundial, sin embargo, las instancias mutantes del underground mejor que vivas, planificaban su propio plan de conquista. Sin lugar a debate, el merito se lo lleva el líder y cabecilla de la agrupación californiana: Josh Homme se ha convertido en una de las figuras clave cuando se habla de rock pesado. Sujeto de ánimos socarrones y creatividad versátil, se acompañó casi desde el principio por su comparsa en desfiguros lisérgicos, además de reveses musicales, Nick Oliveri , amplio conocedor de las remesas de riffs y ritmos voluminosos con senda pastosidad armónica, almas gemelas en el mismo viaje de correrías salvajes que se colman de drogas duras y sexo desenf