THE CURE – FAITH (1981)
La adolescencia contiene una variedad de fases interesantes, comprendiendo una etapa importante de formación, que en su mayoría, resulta por demás desagradable. El individuo se encuentra atrapado en una temible encrucijada: se añoran los momentos de la cómoda niñez con aprensiva nostalgia, al mismo tiempo que las vacilaciones acerca de un futuro incierto carcomen la consciencia. El nivel de cuestionamiento personal trasciende hasta mutar en una llamarada de incertidumbre existencial tan peligrosa como intrigante. La promesa de la cercana adultez es un arma con dos filos, ya que permite manejarse con total y soberana autonomía individual, al tiempo que se pierde irreductiblemente la inocencia, virtud que se disipa para jamás volver. Este mismo caos de tonelaje emocional, llevó a Robert Smith a profundizar en sus letras, dotándolas de una esencia filosófica cruel, casi poética, ya que las complejas divagaciones progresaron en ralas imágenes y sensaciones apesadumbradas. Como guitar